El mundo después de los atentados del 11 de septiembre
Han pasado 16 años desde los atentados del 11 de septiembre de los Estados Unidos, saldados con más de 3000 muertos, entre los cuales también personas oriundas de Rumanía.
Bogdan Matei, 11.09.2017, 15:12
Estados Unidos, igual que toda la comunidad internacional todavía llora a los muertos de hace 16 años, del 11 de septiembre de 2001, el día más negro de la historia de los ataques terroristas contra la civilización. Tres mil personas fueron asesinadas por los comandos suicidas de Al Qaeda, que secuestraron cuatro aviones para covertirlos en potentes proyectiles y golpear edificios emblemáticos para el poder económico y militar de los EE. UU.: las Torres Gemelas del World Trade Center y del Pentágono. El único avión que no llegó a su objetivo gracias a la valentía de sus pasajeros fue el conocido United 93 que tenía como objetivo la Casa Blanca, residencia del presidente de los Estados Unidos.
Además de las víctimas que perdieron su vida ese mismo día, durante los años siguientes fueron muchos los rescatistas que fallecierona causa de la enorme cantidad de tóxicos a los que estuvieron expuestos en la zona de la catástrofe. Según informa la corresponsal de Radio Rumanía en EE. UU. en una playa de Long Island, donde la gente se juntó el 11 de septiembre de 2001 para seguir horrorizada el derrumbe de las Torres Gemelas, se ha alzado un monumento en memoria de las víctimas. Se trata de una torre de acero de más de nueve mentros de alto con placas de granito en la que están grabados los nombres de las víctimas. En una placa separada se grabarán los nombres de los 582 policías, bomberos, constructores y voluntarios que pasaron días y meses incluso entre los escombros del World Trade Center y que murieron después a causa de la ceniza y el humo tóxico inhalado. Un detalle elocuente es que se ha dejado espacio libre para los eventuales nombres de los que todavía corren el riesgo de morir por las mismas causas.
Unas 75.000 personas siguen sufriendo trastornos físicos y mentales causados por el trauma de hace 16 años. La inmensa mayoría de las víctimas eran civiles de 90 países. Entre ellos hay cinco ciudadanos estadounidenses de origen rumano: Eugen Gabriel Lazăr, Corina y Alexandru Liviu Stan, Joshua Poptean y Ana Fosteris, así como un famoso arquitecto de la la República de Moldavia, Arkady Zaltsman, quien diseñó los planes para la construcción del Palacio del Parlamento de Chişinău.
Al igual que todo el mundo civilizado, Bucarest condenó firmemente en aquella ocasión los atentados de Estados Unidos y se adhirió desde el primer momento a la coalición antiterrorista. A pesar de que Rumanía no era todavía miembro de la OTAN no dudó en enviar tropas a Afganistán donde la red de Al Qaeda estaba bajo el control de los talibanes. Según datos publicados por el Ministerio de Defensa Nacional, 25 militares rumanos murieron durante las misiones de combate o de patrulla. Otros 11 resultaron heridos en operaciones militares en suelo afgano. En el presente, 16 años después, siguen desplegados militares rumanos en Afganistán junto a sus camaradas estadounidenses. Las tropas rumanas fueron desplegadas al sur, cerca de Kandahar, y ofrecen consulta a las fuerzas armadas y de seguridad afganas y asistencia humanitaria a la población civil afgana. Todos los días emprenden misiones de búsqueda saldadas no pocas veces con la captura de insurgentes talibanes.