De los bastidores de las elecciones presidenciales de 2009
Los protagonistas o los personajes secundarios de las elecciones presidenciales de 2009 de Rumanía han empezado a pasar por la comisión parlamentaria que investiga la manera rara en que se desarrollaron aquellas elecciones.
Bogdan Matei, 24.05.2017, 17:56
Siendo un ejercicio perfectamente democrático, pero también perfectamente platónico, la investigación de las turbias circunstancias en las que en 2009 el senador popular de hoy Traian Băsescu ganó su segundo mandato como presidente de Rumanía, quien venció en la vuelta decisiva al líder del PSD de entonces, Mircea Geoană, está sujeta a una comisión parlamentaria especial. La bomba fue detonada por el controvertido periodista Dan Andronic, cuyas revelaciones conllevaron la creación de la comisión. Escuchado este lunes, él ha confesado que no tiene nuevos datos además de aquellos presentado ya en la prensa y tampoco indicios de que en las elecciones se habría cometido un fraude en las elecciones.
Siendo un personaje complicado, que pasó el año pasado por la detención en un expediente de corrupción, autor de un libro cuyo título, 100% anti-Băsescu, habla de sus convicciones de los primeros años 2000, Andronic se ha convertido después y ha tomado el cargo, muy lucrativo, de asesor político del presidente de aquella época. Él ha afirmado recientemente que la noche de la segunda vuelta de las elecciones presidenciales de hace ocho años se encontró en un entorno informal con la fiscal general Laura Codruţa Kövesi, actualmente jefa de la DNA, el exdirector del SRI, George Maior, actualmente embajador en Washington, y su primer adjunto, Florian Coldea, y que le pareció asistir a la reunión de una célula de crisis. Todas las personas mencionadas, ha añadido Andronic, corrían el riesgo de ser despedidas tras la victoria de Geoană. De allí la crispación con la que recibieron las encuestas de salida, que indicaban como ganador al líder socialdemócrata, y el alivio causado por el anuncio de que, después de contar los votos, Băsescu ganó sin embargo con un avance de tan sólo unas decenas de miles de votos.
Este martes, tanto Geoană, como su jefe de campaña, el exparlamentario socialdemócrata Viorel Hrebenciuc, se han presentado delante de la comisión. Al no superar todavía la pérdida de entonces, cuando se había convertido también en el tema de los chistes, Geoană ha afirmado que hubo un esfuerzo deliberado, coordinado desde los niveles más altos por el Estado rumano, para influir en las elecciones. Hrebenciuc ha declarado también que sospecha un fraude, sobre todo en el extranjero, donde hubo centros en los que votaron más de mil personas en tan solo 14 horas. El expresidente de la Autoridad Electoral Permanente, Octavian Opriş, ha precisado que, según resulta de los documentos asumidos y firmados por las personas con atribuciones en este sector, las elecciones de 2009 se desarrollaron normalmente, pasando todos los documentos el umbral de la legalidad.
Opriş ha admitido sin embargo que no le pareció correcta la manera en que se desarrollaron por ejemplo las elecciones en la Embajada de Rumanía en París, liderada entonces por el intelectual público Teodor Baconschi, partidario de Băsescu. La comisión parlamentaria continuará escuchando a unos importantes políticos y diplomáticos implicados en las elecciones de entonces. Los analistas han afirmado que, incluso en el caso de algunas importantes revelaciones, nadie le puede quitar a Băsescu el mandato presidencial y nadie puede hacer a Geoană jefe del Estado. El único resultado previsible es que aumentará de manera dramática la falta de confianza de los rumanos en una clase política ya gravemente despreciada.