Rumanía y el Eurobarómetro de opinión
Los rumanos se muestran optimistas en relación con el porvenir de la UE, en un momento en que ésta última parece vulnerable a los cambios internos y externos.
Ştefan Stoica, 06.03.2017, 14:52
Los atentados terroristas que golpearon a Estados occidentales como Francia y Bélgica, sin afectar a Rumanía, las oleadas de inmigrantes o el problema del brexit no han menguado la confianza de los rumanos en la Unión Europea. Esta confianza se sitúa por encima del promedio europeo con un 52% frente al 36%, aunque ha bajado sustancialmente en comparación con el momento de la adhesión, el 1 de enero de 2007, cuando rondaba un 65%.
Los rumanos siguen conservando a la vez su visión más optimista en comparación con el promedio respecto al futuro de Europa, aunque también sobre este aspecto el Eurobarómetro registra una leve disminución. Al final del año 2016, un 55% de los rumanos se declaraba a favor de la moneda única euro, como símbolo de la Unión Económica y Monetaria Europea, y un 62% valoraba el mercado único digital y la importancia económica de éste.
Por otra parte, un 58% de los rumanos se muestran más contentos del modo en que la democracia funciona en la UE en comparación con los ciudadanos de los demás Estados miembros, dado que sólo uno de cada tres está satisfecho con el funcionamiento de la democracia en Rumanía. El Eurobarómetro destaca también que defender las prioridades de la UE es muy importante para los rumanos, un 55% se manifiesta a favor de la Unión Económica y Monetaria, y un 77% a favor de la libre circulación de las personas y del derecho a vivir, trabajar y estudiar en cualquier Estado miembro. Dos de cada tres rumanos consideran que la voz de la UE es importante en el plano mundial y se declaran a favor de una política exterior conjunta. Los valores que mejor representan la UE son: los derechos humanos, la democracia y la prensa. Los rumanos piensan que la geografía es el mejor factor de cohesión para el sentimiento de comunidad entre los ciudadanos europeos, seguida por la observancia del Estado de derecho y la solidaridad con las regiones más pobres.
Las cifras del Eurobarómetro indican el hecho de que los rumanos siguen siendo defensores del proyecto europeo, con sus cosas buenas y malas, con sus crisis cada vez más frecuentes y sus serios retos. En el presente, Rumanía está a salvo de la virulencia de las corrientes populistas, euroescépticas o eurófobas. Pero las cosas podrían cambiar si el país cae víctima de unos escenarios con finalidad incierta como el de una Europa de varias velocidades, que Bucarest desaprueba rotundamente. El brexit y las tendencias centrífugas manifestadas en estados importantes justifican el debate urgente en torno al porvenir de la Unión. Pero las eventuales decisiones tomadas a toda prisa que conllevarían la marginalización de algunos de los Estados miembros corren el riesgo de aumentar sustancialmente la desconfianza de los ciudadanos, incluidos los rumanos, en el proyecto comunitario.