Una Europa de distintas velocidades
El escándalo generado por la diferencia en la calidad de los alimentos ha llegado a Rumanía. Las autoridades de Bucarest han iniciado ya una serie de controles.
Roxana Vasile, 27.02.2017, 15:23
Un producto, incluso alimentario, comprado en Occidente, tiene una mejor calidad que la misma marca comprada en Rumanía. Los rumanos que han viajado y han comprado productos en los países occidentales han constatado la verdad sobre este fenómeno. Los clientes de las tiendas occidentales, la mayoría de ellos ocasionales, ya se habían dado cuenta de la diferencia en la calidad de los productos en función del país de procedencia. Desde el pasado fin de semana, este tema ha vuelto a plantearse en el espacio público rumano y por lo tanto, las autoridades han anunciado que empezarán los controles, ya que la misma alerta se había emitido también en otros países de Europa Central. Así, la República Checa, Hungría, Polonia y Eslovaquia también han denunciado una peor calidad de los alimentos vendidos en sus países y han acusado a los fabricantes de haber usado ingredientes más baratos para los productos destinados a los países más pobres de la UE. Es bueno que haya controles, ha dicho el presidente de la Federación de las Patronales de la Industria Alimentaria Romalimenta, Sorin Minea, pero ha recordado que en Rumanía es muy frecuente el sintagma el precio más barato, lo que evidentemente no puede garantizar la mejor calidad. Es más, según ha declarado, en este momento es imposible establecer estándares comunes a nivel europeo. Sorin Minea:
“Es muy difícil decir si hay productos fabricados especialmente para los países del este. Los fabricantes venden lo que se les pide. Si una red de supermercados pide un determinado precio y parámetros del producto, entonces el fabricante ofrecerá precisamente este producto. Partiendo de la premisa que los países del Este son más pobres, los comerciantes envían a estos países unos productos más baratos. Y más barato significa menos calidad. También se ha dicho que algunos productos son más dulces en los países del este o del oeste o que contienen azúcar, pero esto se pone en la etiqueta. Mientras el fabricante ponga los ingredientes en la etiqueta del producto, no entiendo de que delito le acusan.
Pero, no todos los productos internacionales comprados en Rumanía son más baratos que los productos occidentales. Los precios en la moneda nacional, el leu, son equivalentes a los precios en euros o en dólares. Ahora las autoridades están desarrollando controles para verificar la situación. Por su parte, el presidente de la Asociación para la Protección de los Consumidores, Sorin Mierlea, ha explicado que pueden hacer los consumidores para beneficiarse de una mejor calidad en los productos:
“El ciudadano rumano debe tomar medidas y enviar quejas. De esta forma tendremos una casuística de estas prácticas, lo que nos permite obligar a las autoridades públicas que cumplan con su deber. Así se puede realizar un estudio igual que los demás países miembros de la UE.
Por su parte, los fabricantes han explicado que las diferencias en la composición de los productos se deben a los gustos locales.
(trad. S. Sarbescu)