La OTAN abrirá una oficina en Chişinău
El próximo mes de abril, la OTAN abrirá una oficina en Chişinău, con el fin de apoyar las reformas hechas en este pequeño país con mayoría de rumanohablantes.
Roxana Vasile, 09.02.2017, 15:21
Según la tradición, en la República de Moldavia la orientación de la política exterior es establecida por la primera visita al extranjero hecha por un alto mandatario, una vez llegado al poder. Hace un año, el primer ministro demócrata de este pequeño país exsoviético con mayoría de rumanohablantes, Pavel Filip, optaba por Bucarest, enviando así una señal positiva sobre la continuación de la orientación europea y euroatlántica de Chişinău, apoyada por la vecina Rumanía. En cambio en enero de este año, el nuevo presidente, el socialista prorruso Igor Dodon, se dirigía hacia Moscú. Su objetivo es que la República de Moldavia reanude la cooperación estratégica con Rusia, interrumpida durante el mandato de su predecesor. En el Kremlin, el presidente Dodon ha hablado sobre la posibilidad de anular o revisar el Acuerdo de Asociación firmado en 2014 entre Moldavia y la UE. Dado que ha querido saber la opinión de Bruselas, esta semana Igor Dodon ha celebrado conversaciones tanto con los representantes de la UE como con los de la OTAN, donde ha vuelto a denunciar el Acuerdo de Asociación con el bloque comunitario. En cuanto a los aliados, les ha pedido que renuncien a la apertura de una misión de la OTAN en Chişinău:
“Consideramos que en este momento, esta decisión afectará al proceso de negociaciones sobre el asunto de Transnistria. He presentado nuestra propuesta y solicitud a la vicesecretaria general, para que no se abre ninguna oficina de la OTAN. Si insisten con esta decisión, aunque los acuerdos han sido firmados y promulgados y entrarán en vigor, yo no descarto la posibilidad de reanalizar,en el futuro, el estatuto de esta oficina en la República de Moldavia.”
Según Igor Dodon, la oficina de la OTAN podría amenazar las negociaciones sobre la región separatista rusófona de Transnistria, en el este del país. La apertura está prevista para el próximo mes de abril, según ha anunciado el ministro adjunto de Exteriores de Moldavia, Lilian Darie. ¿Pero a quién molesta la oficina? La pregunta parece más bien retórica. Transnistria salió de facto, del control de las autoridades de Chişinău en 1992, tras un conflicto armado saldado con cientos de muertos y finalizado con la intervención de las fuerzas rusas a favor de los separatistas. Aunque Rusia se había comprometido a retirar sus tropas en 1999, nunca lo ha hecho. El presidente Igor Dodon ha pedido garantías a Bruselas y a la OTAN para que se respete la neutralidad permanente de la República de Moldavia. La futura oficina de la OTAN no será una base militar, sino una misión diplomática solicitada por el Gobierno de Moldavia para apoyar las reformas, ha dicho la vicesecretaria general de la OTAN, Rose Gottemoeller, que además cree que la neutralidad no significa aislamiento. Pero es cierto que cada nación tiene derecho a no hacer alianzas o elegir sus propias alianzas. Por ejemplo, Igor Dodon quiere negociaciones tripartitas entre la UE, la República de Moldavia y Rusia, lo que ha hecho que muchos analistas opinen que el líder de Chişinău quiere promover, en el marco de la UE, los intereses de la Federación Rusa y no el interés de su país.
(trad. Simona Sarbescu)