Invierno duro en Europa
Decenas de muertos, tráfico vial, ferroviario y aéreo perturbado, escuelas cerradas, problemas con la energía eléctrica han sido algunos de los efectos de la ola de frío extremo que ha afectado a Rumanía y a muchos países.
România Internațional, 12.01.2017, 15:55
Una ola de frío procedente de Escandinavia ha golpeado Europa esta semana dejando decenas de víctimas, incluso en Rumanía. En Francia, Italia, Suiza y Alemania se han registrado temperaturas polares. Las zonas más afectadas han sido el centro y el este del viejo continente, donde en algunas partes se han registrado las temperaturas más bajas de los últimos 50 años. A causa del frío y la ventisca, en muchos países se han registrado perturbaciones de tráfico o problemas con la electricidad. El mayor número de víctimas se ha registrado en Polonia. En Montenegro se ha decretado alerta roja por frío extremo. En Kosovo, se han registrado las temperaturas más bajas desde 1963, y en Albania, las autoridades han enviado helicópteros con ayudas a las zonas aisladas. También ha habido nevadas abundantes en la República de Moldavia, donde algunas escuelas y guarderías han interrumpido los cursos. En la frontera con Ucrania se han cerrado algunos puntos aduaneros. En el norte y el este de Bulgaria, la nieve ha superado el metro y medio de altura, numerosas carreteras y autopistas han sido cerradas y más de 100 localidades han quedado sin electricidad. Los habitantes de Moscú han tenido la Navidad más fría de los últimos 120 años, ya que las temperaturas han alcanzado 30 grados bajo cero. Turquía también se ha visto muy afectada por el frío. Estambul ha sido golpeada por la peor tormenta de nieve de los últimos 7 años. Cientos de vuelos han sido cancelados y el Bósforo, cerrado. Miles de refugiados podrían morir de frío, sobre todo en Grecia y Serbia, según han advertido las organizaciones humanitarias, que han solicitado a los gobiernos de los países europeos que tomen medidas para prevenir la pérdida de vidas humanas.
El frío extremo también ha afectado a Rumanía, sobre todo en el sur y el este. En casi todo el territorio nacional se ha decretado alerta naranja por frío. En el centro, el mercurio de los termómetros ha bajado hasta los 32 grados bajo cero y en la capital ha alcanzado los 21 grados negativos. La ola de frío y ventisca ha causado el cierre de las escuelas en Bucarest y en otros distritos del sur y el este. El tráfico vial, ferroviario y aéreo se ha visto afectado. Cientos de coches han quedado bloqueados en las carreteras, numerosos trenes y vuelos han sido cancelados o retrasados. A causa del frío, el consumo de gas y energía eléctrica ha alcanzado niveles históricos. Una situación preocupante se ha registrado en el Danubio, donde el caudal ha bajado de manera dramática. Las autoridades de Hungría, Bulgaria y Rumanía han interrumpido temporalmente el tráfico fluvial en algunos tramos, a causa de los bloques de hielo que representan un peligro para la navegación. Los meteorólogos rumanos advierten que después de algunos días con temperaturas positivas, se espera una nueva ola de ventisca la próxima semana.
(trad. S. Sarbescu)