Plan global de cooperación y seguridad
Los ministros europeos de Exteriores y de Defensa, reunidos este lunes en Bruselas, han aprobado la Estrategia Global para seguridad y defensa.
Florentin Căpitănescu, 15.11.2016, 14:39
Con un papel menos importante en cuanto a su presencia e influencia en el escenario internacional, sobre todo después de haberse enfrentado a la crisis económico-financiera, la Unión Europea deja la impresión de que intenta adaptarse a los tiempos actuales, incluso en el ámbito militar. Tras haber creado, hace dos meses, una agencia con prerrogativas amplias en cuanto al control de sus fronteras exteriores, la Unión ha dado un paso más a través de la adopción de la Estrategia Global para la seguridad y defensa. Una antigua iniciativa que los ministros europeos de Exteriores y de Defensa, reunidos este lunes en Bruselas, han transformado en un proyecto funcional.
La corresponsal de Radio Rumanía en la capital de Bélgica, Claudia Marcu, nos amplía más detalles al respecto:
“Ambicioso, concreto, pragmático, sustancial, preparado en un tiempo récord con la implicación total de los 28 Estados miembros, así ha calificado Federica Mogherini el plan de implementación de la Estrategia Global de la UE. La alta representante para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad de la UE ha precisado, en primer lugar, el hecho de que este plan no tiene que ver con un ejército europeo, con la creación de un nuevo cuartel general al estilo de la Unión Europea o con la competencia con la OTAN ni con su duplicación. El plan de implementación significa utilizar todos los instrumentos que tiene a disposición la UE que establece tres prioridades prinicipales para Europa, según ha explicado Federica Mogherini: la respuesta a las crisis y los conflictos exteriores, la colaboración con los socios para el desarrollo de sus capacidades de seguridad y defensa y la protección de la Unión y de sus ciudadanos”.
Por lo tanto, el proyecto no pone en peligro la contribución asumida por los Estados europeos de la OTAN, sino complementa las acciones presentes y los objetivos de la Alianza del Atlántico Norte. Por otra parte, la Estrategia puede ser considerada una respuesta natural de la Unión, en un contexto internacional imprevisible en el que la composición geopolítica tiene un papel significativo. La política externa agresiva de Rusia, aplicada incluso en el ámbito militar, una vez producida la anexión de la península ucraniana de Crimea y la implicación activa en el conflicto secesionista del este de Ucrania, la inestabilidad del norte de África como consecuencia de la Primavera Árabe, las tensiones aumentadas de la relación con Turquía así como la inseguridad sembrada por la actividad terrorista hacen que la Unión se sienta avergonzada. Además, muchos analistas de política externa piensan que el poder económico de Europa debe estar acompañado por un potencial militar adecuado aunque esto contravenga el paradigma creado después de la Segunda Guerra Mundial.