Agrupaciones y reagrupaciones en el escenario político rumano
Inmediatamente después de establecida la fecha de los comicios legislativos para el próximo día 11 de diciembre, ha empezado la acostumbrada agitación política preelectoral.
Bogdan Matei, 05.09.2016, 15:02
Mientras los tecnócratas, sin ambiciones políticas declaradas, afirman que ellos se dedican a gestionar los asuntos corrientes del país, los partidos tienen tiempo para cerrar filas y ultimar sus estrategias de campaña.
El Partido Social Demócrata (PSD) ganó rotundamente las elecciones del pasado 5 de junio y domina la izquierda del espectro político sin contrincantes significativos. Aún así, el líder socialdemócrata, Liviu Dragnea, procura reunir bajo el mismo techo todas las energías de izquierda y está enviando mensajes de reconciliación a los hijos pródigos del partido. Ha declarado recientemente que la exclusión del PSD de su exjefe, Mircea Geoană, fue un error que hay que reparar y le parece beneficiosa una colaboración con el minúsculo Partido Social Rumano dirigido por este.
Mircea Geoana fue presidente del Senado en 2008, perdió las elecciones presidenciales ante Traian Basescu en 2009 y quedó excluido del partido después de haber ocupado Victor Ponta la jefatura del PSD. Hacia este último también tiene una mano tendida. ”El PSD necesita de Victor Ponta” ha dicho Dragnea en medio de crecientes rumores sobre las relaciones glaciares entre ellos. Los analistas le dan la razón y afirman que Ponta sigue siendo muy popular entre los electores con afinidades socialdemócratas. También añaden que Victor Ponta tiene grandes problemas de imagen entre los que no forman parte del electorado cautivo del PSD.
La semana pasada, el Consejo de los Bufetes de Abogados de Bucarest empezó a examinar la petición de que Ponta quede excluido de la abogacía, petición formulada por la eurodiputada conservadora Monica Macovei, exministra de Justicia. Ella defiende que Ponta consiguió la calidad de abogado sin examen por ser titular de un diploma de doctor en Derecho. Al descubrirse que su tesis doctoral fue un plagio, se le retiró este título.
Por otra parte, el verano pasado Ponta fue investigado penalmente por la Fiscalía Anticorrupción bajo la acusación de falsedad documental, complicidad en evasión fiscal y blanqueo de dinero. Victor Ponta dimitió del cargo de primer ministro el mes de noviembre de 2015 en medio de protestas multitudinarias contra la corrupción de la clase política. Ahora acaba de recibir una oferta inesperada: hacerse cargo de la jefatura del Partido Rumanía Unica (PRU), formación política recien creada por miembros del segundo escalón del PSD que optaron por replegarse de modo teatral sobre posiciones nacionalistas y euroescépticas. Con estos útimos el líder del PSD, Liviu Dragnea ha declarado que no quiere colaborar.
El PRU parece incomodar también a la derecha del espectro político. ”Rumanía no necesita de un partido extremista-nacionalista que retira la bandera de la Unión Europea”, ha declarado el ex jefe del Estado, Traian Băsescu, actualmente líder del Partido Movimiento Popular. Los analistas comentan que de hecho, Basescu teme que el PRU le puede quitar los votos de los sensibles a los mensajes nacionalistas que él mismo está transimitiendo: desde la reunificación con la República de Moldavia, al rechazo de inmigrantes musulmanes en Europa.