Brâncuşi 140
Roxana Vasile, 19.02.2016, 14:40
Rumanía se enorgullece de su nombre: el escultor Constantin Brâncuşi es uno de los símbolos de nuestro arte nacional.
Sin embargo, su fama ha traspasado las fronteras del país. Brancusi ya es una figura del panteón de los grandes artistas plásticos de la humanidad. Mitad dios, mitad campesino, como lo describía la conocida coleccionista de arte Peggy Guggenheim, Constantin Brâncuşi nació hace 140 años, el 19 de febrero de 1876, en Hobiţa, Gorj, en el sur de Rumanía.
Un maestro de las líneas y las formas perfectas, Brâncuşi ha aportado un cambio de paradigma en el arte plástico moderno, al salir del modelo clásico de la escultura donde sus innovaciones rehicieron las líneas del pasado según formas nunca encontradas por sus predecesores. Creador genial, el escultor iba a imaginar, en metal o piedra, sentimientos, hipóstasis o filosofías como ‘Sabiduría de la tierra’, ‘Pájaro’, ‘Vuelo’, ‘El Beso’, ‘La mesa del silencio’ o ‘La columna sin fin’. Incluso desde el principio, su manera inédita de abrir nuevas perspectivas, además de formas y líneas sobre la esencia del hombre y de las cosas, no podía ser ignorada.
Pronto, sus obras atraían tanto a los coleccionistas como a los grandes museos y exposiciones. Las prestigiosas casas de subastas Christies y Sothebys, las más importantes del mundo, han organizado numerosas ventas de obras firmadas por Constantin Brâncuşi. La galería Christies, que lidera el ranking de las subastas del patrimonio cultural brancusiano, también ha establecido un precio récord obtenido por una obra del gran artista rumano. De las 15 esculturas creadas por Brâncuşi y vendidas por Christies, Pájaro en el espacio (Oiseau dans lespace), realizada en 1922-1923, fue comprada el 4 de mayo de 2005, en Nueva York, por nada menos de 27,4 millones de dólares.
Así, Constantin Brâncuşi ha dejado a la humanidad una herencia impresionante. Sorprendentemente, los rumanos no saben o no pueden protegerla ni tampoco promoverla en su justo valor. Ahora se está debatiendo la apertura en Târgu Jiu, donde nació el gran escultor, de un Museo Nacional dedicado a Brâncuşi. Además, obras del famoso taller de París de Constantin Brâncuşi podrían ser enviadas como préstamo al nuevo museo abierto en Târgu Jiu, con la ayuda de los expertos del Centro Pompidou.
El Instituto Nacional de Patrimonio y el Ministerio de Cultura de Bucarest reanudarán los trámites para inscribir el conjunto monumental Brâncuşi de Târgu Jiu en la lista del patrimonio mundial de la UNESCO, presentando la documentación retirada en 2014 por el Estado rumano. Por último, pero no menos importante, el Estado rumano ha anunciado que reabrirá los procedimientos de adquisición de ‘Sabiduría de la tierra’, que ahora pertenece a una colección privada y que está a la venta por el precio establecido hace 2 años, de 20 millones de euros.
(traducido por S.Sarbescu)