Ha dimitido el director del Servicio Rumano de Inteligencia
La dimisión del director del Servicio Rumano de Inteligencia (SRI), George Maior, sorprendió el pasado martes a los observadores de la vida política de Rumanía. Los analistas consideran que se debe al rechazo por el Tribunal Constitucional de un paquete d
Valentin Țigău, 28.01.2015, 17:18
Los principales servicios de inteligencia de Rumanía se han quedado, en este momento, sin directores civiles. Tras la dimisión de Teodor Meleşcanu en octubre de 2014 y la dimisión del pasado martes de George Maior, las dos estructuras, el Servicio Rumano de Inteligencia y el Servicio de Inteligencia Exterior (SIE) han quedado encabezadas por dos generales como directores interinos. El estatuto de miembro de la OTAN que prevé un control civil y democrático de los servicios de inteligencia, deberá conllevar lo antes posible al nombramiento de otros dos directores civiles para los servicios rumanos de inteligencia. Eso ocurrirá, conforme a la ley, a propuesta del presidente de Rumanía, Klaus Iohannis, con la aprobación de la mayoría parlamentaria y el visto bueno del Consejo Supremo de Defensa el País.
Mientras tanto, la dimisión del jefe del SRI, George Maior, suscita comentarios en Bucarest donde, oficialmente, no se conocen las causas de esta decisión. Sin embargo, los observadores parecen estar de acuerdo con el hecho de que la salida del director está estrechamente vinculada al rechazo por el Tribunal Constitucional del paquete de leyes “Big Brother”, que incluye la ley sobre la retención de datos, la ley de las tarjetas telefónicas prepago y la ley de la ciberseguridad. En opinión de George Maior, sin dichas leyes se crea en Rumanía un vacío legislativo único en los últimos 25 años y peligroso para la seguridad de los ciudadanos.
Por otro lado, el Tribunal Constitucional sostiene que aunque hubiera sido sometida a presiones por parte del SRI, ha rechazado estas leyes porque violan las previsiones constitucionales relativas al estado de derecho y el principio de legalidad, así como los principios relativos a la vida privada, íntima y familiar, y el secreto de la correspondencia. El Tribunal Constitucional de Rumanía explica su decisión por el hecho de que la autoridad nacional en el sector de la ciberseguridad debería ser un organismo civil que garantice estos derechos, y no el Centro Nacional de Seguridad Cibernética, organismo que ya funciona en el marco del SRI con personal militar. Por otra parte, el diputado Cezar Preda de la Comisión de control parlamentario del SRI opina que las leyes defendidas por George Maior son necesarias y que seguirán centrando la atención del Legislativo. Cezar Preda:
“El presidente de la Comisión de Control del SRI y los líderes de los partidos políticos han anunciado que el país necesita dichas leyes que entrarán dentro de poco en nuestro debate, de modo que ante el Tribunal Constitucional y ante cada uno de los ciudadanos ya no se trate de un documento que limita sus derechos, sino más bien un documento que nos defiende a todos.”
Mencionamos que después de la Revolución Rumana de diciembre de 1989, los recien creados SRI y SIE tuvieron hasta ahora cinco y siete directores respectivamente, equivalentes al cargo de ministro.