El Parlamento y la lucha anticorrupción
La Cámara de los diputados de Bucarest ha rechazado finalmente el controvertido proyecto de Ley de amnistía y perdón
Florentin Căpitănescu, 19.11.2014, 18:05
Los propios parlamentarios han contribuido a la imagen desastrosa del Parlamento de Bucarest, una institución fundamental en la arquitectura del estado rumano postcomunista. Y eso, porque demasiadas veces no han logrado aprovechar la oportunidad de promocionar la decencia política y moral, en un país en que la corrupción ha hecho y sigue haciendo mucho daño, tanto en la gran administración central como a nivel local.
La mera existencia de la inmunidad parlamentaria, lladama por la sociedad civil y por la prensa “superinmunidad”, o la negativa de levantarla en el caso de los parlamentarios seguidos penalmente, están asociadas a la idea de que la ingerencia de las autoridades en la justicia se ha hecho abiertamente.
Sin embargo, los políticos no se han limitado a la prevención. Nesecitaban también una ley que les permitiera ayudar a sus compañeros encarcelados. Por tanto, en los cajones de la Cámara de los diputados se escondía el controvertido proyecto de la Ley de amnistía y perdón, adoptado hace casi un año en secreto, por la Comisión jurídica de la Cámara. Ahora, en el contexto de los debates de la campaña para las elecciones presidenciales, la Cámara ha rechazado definitivamente dicha ley, como efecto de la solidaridad rarísima entre los representantes del poder y de la oposición.
El proyecto preveía la amnistía de las infracciones, incluso de las asociadas a la corrupción, para las que el Código Penal o las leyes especiales preven una pena de cárcel de hasta 7 años y el perdón total de las penas de cárcel de hasta 6 años. El liberal George Scutaru, representante de la oposición de centroderecha, acusa a la mayoría parlamentaria, encabezada por el PSD (el principal partido del gobierno) de que intencionalmente haya aplazado el debate de dicho proyecto de ley:
“Justo después de haber perdido las elecciones presidenciales lo incluyeron en la agenda de la Cámara de los diputados y lo rechazaron definitivamente. ¡Ojalá en el futuro, cuando reciban señales de parte de la oposición y de la sociedad, las tomen en consideración!”
En cambio, el parlamentario socialdemócrata Marian Neacşu sostiene que este período de tiempo fue necesario para que la Comisión Jurídica elaborara un informe detallado:
“Cuando quieres fomentar una ley que ha despertado tanto interés entre los rumanos, es importante documentarte bien para poder tomar la mejor decisión. Este proyecto no debe ser usado como instrumento electoral por ningún partido.”
También el pasado martes, el pleno de la Cámara de los diputados aceptó la solicitud de los fiscales de levantar la inmunidad a tres parlamentarios acusados de corrupción.