Proyecto de autonomia para los húngaros de Rumanía
El referéndum del pasado jueves en Escocia no se ha quedado sólo entre los promotores de la independencia de este territorio frente a Gran Bretaña. El mismo día, en Rumanía, la Unión Demócrata de los Húngaros de Rumanía, dio a conocer su propio proyecto d
Bogdan Matei, 19.09.2014, 18:07
Desde Cataluña y el Pais Vasco al Flandes belga, desde Córsica o la Bretaña francesa al Tirol del Sur italiano, los movimientos secesionistas que esperaban que los escoceses crearan un precedente en el interior de la UE, se han visto obligados a constatar el fracaso de esta corriente de independización. Moderados o vehementes, influyentes o marginales, estos movimientos nunca han ocultado su solidaridad y siempre se han apoyado mutuamente desde el punto de vista político y han sincronizado sus acciones.
Tampoco Rumanía ha estado exenta de una corriente que persigue recortar, en el propio centro del país, la región de los Szekelies, la única en que la comunidad húngara es mayoritaria. Hasta la fecha, la autonomía del País de los Szekelies, eventualmente como etapa precursora de la independencia, ha sido promovida, explícitamente, por los que la prensa de Bucarest denomina radicales húngaros de Transilvania, reagrupados en partidos extraparlamentarios. A estas voces se les añade ahora, con un proyecto propio de autonomía de los Szekelies, la moderada Unión Demócrata de los Húngaros de Rumanía.
Con representación, ininterrumpidamente, desde 1990 en el Parlamento de Bucarest y desde 1996, en casi todos los gobiernos rumanos de coalición, la Unión Demócrata de los Húngaros de Rumanía le ha encomendado a su líder, el propio vice primer ministro, Kelemen Hunor, la misión de presentar las principales previsiones de dicho proyecto. La futura entidad autónoma que reúne a los actuales departamentos de Harghita, Covasna y Mures, podría beneficiase de prerrogativas que sus iniciadores consideran inspiradas en el modelo del Tirol del Sur.
Cabe precisar que en el mapa de Rumanía figuró algo parecido en los dos primeros decenios de la dictadura comunista- los más enlutados de la historia moderna del país- bajo el nombre de la Región Autónoma Húngara, según el modelo soviético aplicado, sin discusión, por el régimen marioneta de Bucarest. El proyecto de la Unión Demócrata de los Húngaros de Rumanía prevé la introducción del bilingüismo a todos los niveles de la vida social. El idioma húngaro tendría que ser enseñado incluso en las escuelas rumanas de la región. Las dos comunidades étnicas tendrían que ser representadas proporcionalmente en las instituciones, incluso en la Justicia, donde a las dos terceras partes de magistrados de étnia húngara les tendría que corresponder una rumana. Un 50% de los impuestos recaudados dejará de ir al presupuesto del estado y quedará en manos de las autoridades locales. Finalmente, la capital del País de los Szekelies sería la mayor ciudad de la región, Targu Mures- donde, de hecho la población rumana es mayoritaria. La comunidad húngara no desea separatismo,ni tampoco independencia, sino garantías fuertes referentes a la conservación, desarrollo, o expresión de su propia identidad- ha precisado el vice primer ministro Kelemen Hunor.
A su vez, los políticos rumanos- tanto los socios socialdemócratas en el gobierno, como la oposición de centro- derecha- han subrayado que cualquier modificación de índole territorial administrativa tiene que observar la Constitución, que estipula el carácter nacional y unitario del estado rumano. A favor de la descentralización y la regionalización, los partidos rumanos declaran que en base a éstas no pueden quedar los criterios étnicos, tal como desea la Unión Demócrata de los Húngaros de Rumanía.