El Senado de Rumanía cumple 150 años
El 150º aniversario de la creación del Senado de Rumanía ha representado una buena ocasión para reflexionar sobre el papel y las funciones de esta institución.
Bogdan Matei, 18.06.2014, 17:54
Este martes se han organizado numerosos actos festivos para celebrar los 150 años que se cumplen desde la creación del Senado de Rumanía. Hacía mucho tiempo que no se habían reunido en el mismo lugar expresidentes de la República y del Senado post-comunista, líderes de partidos rivales, con representantes de la Casa Real. Esta reunión, actual, pero al mismo tiempo evocadora, ha tenido como objetivo destacar el papel principal de la institución del Parlamento. Desde sus comienzos, el Parlamento rumano ha sido bicameral y el Senado tiene casi la misma antigüedad que el Estado rumano moderno.
Fue creado en 1864, tan solo cinco años después de la Unión de los Principados Rumanos, Moldavia y Valaquia, bajo el reinado del príncipe Alexandru Ioan Cuza. Continuó su actividad sin interrupciones bajo la Monarquía hasta la Segunda Guerra Mundial, cuando el régimen autoritario del rey Carlos II disolvió el Parlamento. Tras la guerra, los comunistas autóctonos instalados como gobierno títere por los soviéticos crearon un sustituto de órgano legislativo monocameral, bajo el nombre de Gran Asamblea Nacional. Tras la Revolución anticomunista de 1989, el Senado fue rehabilitado como una institución moderna, destinada a elaborar las leyes de un país que iba a convertirse después de 2000 en miembro de la OTAN y de la UE. El primer ministro social-demócrata Victor Ponta ha declarado lo siguiente:
“No veo una Rumanía democrática sin un parlamento bicameral, donde el Senado pueda ejercer sus atribuciones igual que hace 150 años. El papel del Parlamento y, en particular, el del Senado es fundamental para mantener aquel equilibrio debido al cual el Senado ha recibido el nombre de cámara equidistante.”
En opinión del actual presidente de la Cámara Alta, el liberal Călin Popescu-Tăriceanu, el Senado debe adaptarse a una futura Europa de las regiones:
“Dado el papel cada vez más importante que las regiones desempeñan en la actual configuración de la Unión Europea, que Rumanía también debe adoptar, creo que la prioridad es recuperar este principio y reorganizar el Senado para que se pueda expresar en el foro legislativo supremo el punto de vista de las regiones y las comunidades locales y para facilitar la cooperación entre las mismas.”
Sin embargo, estas nobles esperanzas de la clase política contravienen los deseos del electorado. Casos de senadores corruptos condenados a penas de prisión, absentismo masivo en el Parlamento, que retrasa las leyes, la confusión durante mucho tiempo entre las atribuciones de las dos cámaras de un Parlamento ampliado tras las últimas elecciones a casi 600 miembros, todo esto ha disminuido el índice de popularidad del Senado. En 2009, un referéndum convocado por el presidente Traian Băsescu tuvo el efecto de una ducha de agua fría: la gran mayoría de los rumanos quieren un parlamento unicameral con solo 300 miembros, pero posteriormente no se hizo nada, lo que ha agravado las divergencias entre electores y electos.