Ucrania y la democracia
Las manifestaciones de Ucrania empezaron después de que el país abandonara el recorrido europeo y se acercara a Rusia. Ahora las protestas tienen un mensaje muy radical y se convierten en la portavoz de la lucha por la democracia.
Ştefan Stoica, 29.01.2014, 16:34
La crisis de Ucrania empezó cuando el régimen del presidente Víktor Yanukóvich se negó a firmar los acuerdos de asociación y de libre comercio con la Unión Europea. Tomó la decisión en noviembre, poco antes de una cumbre de los países del este en la que Ucrania iba a participar como actor principal. A pesar de que parecía acercarse a Europa, el poder de Kiev se dio la vuelta hacia Rusia, lo que sorprendió a los colaboradores de la Unión Europea y provocó las reacciones de los ucranianos pro europeos.
A medida que la crisis avanza, el motivo del conflicto entre el régimen de izquierda y la oposición pro occidental supera los límites de la opción estratégica de política exterior y se convierte en la misma democracia. Y esto porque a las manifestaciones pacíficas, el régimen de Yanukóvich ha contestado con un paquete legislativo muy duro. Las leyes han provocado a los manifestantes. Las protestas se han extendido también a otras ciudades y, en Kiev, ha habido enfrentamientos violentos entre los manifestantes y la policía, en los que varias personas han fallecido, otras han resultado heridas, mientras que centenas de manifestantes han sido detenidos. Bajo la presión de las protestas y de Occidente, el Parlamento ucraniano ha abrogado las leyes que preveían duros castigos para aquellos que ocuparan edificios públicos o multas para aquellos que publicaran en internet mensajes considerados detractores.
Los EE. UU. han apreciado el paso atrás del legislativo y la dimisión del primer ministro y han manifestado su preocupación, al igual que la Unión Europea, por la situación de Ucrania. En el discurso sobre el estado de la nación, el presidente Barack Obama ha vuelto a afirmar que el Gobierno de Washington defiende el principio según el cual los ciudadanos tienen derecho a expresar su opinión de manera libre y pacífica. Sin embargo, para Canadá, el primer país que reconoció la independencia de Ucrania en 1991, las iniciativas del poder de Kiev son insuficientes. Por lo tanto, el Gobierno de Ottawa prohíbe entrada a responsables de la represión en Ucrania.
El ministro rumano de Exteriores ha declarado que sigue atentamente la evolución de la situación de Ucrania y la situación de los miembros de la comunidad rumana, que suma casi 500.000 personas. En este momento, no se han señalado situaciones arriesgadas. Rumanía opina que el diálogo representa la manera de solucionar la crisis y subraya que sigue participando en los debates sobre Ucrania en las instituciones europeas y euroatlánticas.