MOCIÓN DE CONFIANZA PARA APROBAR LA LEY DE DESCENTRALIZACIÓN
El gobierno de Bucarest ha aprobado el proyecto de ley de descentralización que transfiere atribuciones ministeriales a las autoridades departamentales. La próxima semana, el Gobierno recurrirá a una moción de confianza por dicha ley ante el Parlamento.
Leyla Cheamil, 15.11.2013, 19:18
En Rumanía se habla de descentralización desde hace mucho tiempo. Anunciado por las autoridades de Bucarest como uno de los mayores proyectos postcomunistas, el proyecto de descentralización, que transfiere atribuciones ministeriales a las autoridades departamentales, fue finalmente aprobado por el Ejecutivo. Además, para que el debate de los parlamentarios no conllevara posibles cambios, el Gobierno anunció que recurrirá, la semana próxima, a una moción de confianza ante el Legislativo. Cabe precisar asimismo que el jefe del gobierno, Victor Ponta, desea que la ley referente a la descentralización entre el vigor a partir del 1 de enero de 2014.
La salud, el medio ambiente, la cultura, la juventud y el deporte son algunos de los sectores cuyas competencias y atribuciones se van a descentralizar con la entrada en vigor de dicha ley. Al mismo tiempo, el acto normativo prevé que pasen a la administración local también la autorización y la clasificación del turismo, los clubes y las bases deportivas, los campamentos escolares y las instituciones con atribuciones territoriales con respecto a la pesca.
En cuanto a las playas, se transferirá solamente el derecho de administración de las mismas, para que estas sigan formando parte de la propiedad pública del estado.
Por otra parte, la Policía y las agencias de prestaciones sociales no entrarán en el proceso de descentralización y tampoco serán transferidas hacia las autoridades locales los puertos o las salas de cine. Era de esperar que un proyecto de semejante amplitud implicara costes altos, pero el viceprimer ministro, Liviu Dragnea, quien considera que la descentralización es un pacto firme de desprendimiento de Rumanía del comunismo, ha declarado que el proceso no conlleva gastos extra:
“Mediante este proceso de descentralización, alrededor de 14.000 personas trabajarán en instituciones descentralizadas, es decir, que los que trabajaban hasta ahora en instituciones desconcentradas, subordinadas a los ministerios, se transferirán a las instituciones descentralizadas que se subordinarán a las autoridades locales.”
A su vez, la oposición mira de reojo este megaproyecto apoyado por el poder social-liberal y condena el modo de adopción del acta normativa, es decir, la moción de confianza en el Parlamento. La aplicación del proyecto conllevará la politización a nivel local, advierten los demócrata-liberales, que desean un debate parlamentario y reclaman incluso un pacto nacional, en el cual participen todos los partidos políticos, la sociedad civil y el medio académico. Critican el proceso de descentralización, del cual dicen que no es uno real, y subrayan a la vez otra desventaja, la de trasladar el paso a los presupuestos locales.