Los rumanos y su nivel de vida
En Rumanía, los ingresos mensuales medios totales aumentaron, el año pasado, en casi un 14 % en comparación con 2021 y los gastos superaron el 85 % de los ingresos.
Corina Cristea, 08.06.2023, 11:53
La vida se desarrolla en un universo de números, por lo que los estudios sobre el nivel de vida que realizan diversas empresas de perfil o los datos centralizados que proporciona el Instituto Nacional de Estadística, por ejemplo, no pueden pasar desapercibidos. Estos indicadores son importantes porque reflejan el nivel de ingresos y el poder adquisitivo, el nivel de vida y el grado de satisfacción de las personas en relación con la vida que llevan, dicen algo sobre el nivel de educación o de salud, pero también sobre la medida en que estas pueden permitirse una casa, un coche o unas vacaciones. Dicho estudio, realizado por GfK Purchasing Power Europe muestra, por ejemplo, que 2022 fue un año en el que ni los billetes de avión ni los paquetes de vacaciones tuvieron una gran demanda. Los rumanos, preocupados por la futura evolución económica, declararon en su gran mayoría que planean ahorrar más (68 %) e invertir en educación (22 %).
El estudio también indica que el poder adquisitivo promedio estaba un 51 % por debajo de la media europea, lo que situaba a Rumanía en el puesto 31 de 42 países analizados. Los datos más recientes, esta vez del Instituto Nacional de Estadística, muestran que, aunque el ingreso mensual promedio total en Rumanía el año pasado fue de casi 6.500 leus (unos 1.300 euros) por hogar, aumentando casi un 14 % en comparación con 2021, el estándar de vida no es mejor. Debido a la inflación, los gastos fueron superiores al 85% de los ingresos.
A nivel de ciudades, el ingreso mensual total superó los 7.000 leus (unos 1.400 euros), es decir, fue 1,3 veces mayor que en los pueblos. Los principales gastos correspondieron al consumo de los hogares, más del 60 %, así como al pago de tasas e impuestos, en torno al 30 %.
Los productos alimenticios representaron un tercio del consumo de los hogares, seguidos por los de la vivienda y los servicios públicos. Los rumanos gastaron 265 leus mensuales en bebidas alcohólicas y tabaco y solo 17 leus en educación. Estos ingresos insuficientes tienen importantes consecuencias sociales: sacan a la calle cada vez más categorías profesionales. Desde hace casi tres semanas, la huelga general desencadenada por los docentes ocupa los titulares de los diarios, mientras que los empleados del sistema sanitario, de los penitenciarios o de Ferrocarriles Rumanos expresan su descontento salarial a través de protestas. Atrapados entre las demandas de los sindicatos, por un lado, y la necesidad de reducir los gastos, por otro, porque la recaudación de fondos en el presupuesto no está al nivel que se había estimado, los políticos buscan soluciones. Soluciones tanto más necesarias cuanto se prevé un menor crecimiento económico este año y la inflación aún ronda los dos dígitos.
Versión en español: Brigitta Pana