Coordinación de cara a la protección antisísmica
Las autoridades rumanas adoptan nuevas medidas de protección antisísmica.
Bogdan Matei, 16.02.2023, 13:21
Los terremotos devastadores de la semana pasada en Turquía y Siria, así como los terremotos espantosos, por ser inusuales, de la región de Oltenia (sudoeste de Rumanía) parecen haber sacudido también a las autoridades de Bucarest.
El primer ministro Nicolae Ciucă reiteró que los estándares del sector de la construcción y la calidad de los materiales se tienen que revisar y controlar de nuevo, de modo que lo previsto en los proyectos coincida con lo que construido. El primer ministro también anunció el miércoles durante el consejo de ministros, la creación de un grupo interministerial que llevará la prevención, la reparación y la respuesta de las instituciones en situaciones de emergencia. Explicó que se va a prestar especial atención a la infraestructura escolar en situación de riesgo sísmico. El jefe del Gobierno también exigió una verificación de las compañías turcas que han construido en Rumanía.
Según los analistas, la historia turca en este campo es muy similar a la rumana, posterior a 1990, con la diferencia esencial de que Rumanía no se ha visto sometida, en este período, al test de unos terremotos de la magnitud de los de Turquía. Antes de las elecciones de 2018, el gobierno islamista conservador de Ankara adoptó una amnistía de los edificios construidos sin autorización. Nueve millones de propietarios se autodenunciaron entonces y, de esa manera, pasaron a ser propietarios legales de viviendas. Es difícil saber cuántas de ellas fueron derribadas por el terremoto del 6 de febrero, admiten los comentaristas.
En la región rumana de Oltenia, los terremotos de más de 5 grados de magnitud provocaron daños materiales y pánico intenso, pero no pusieron en peligro la vida de la gente. El ministro de Fomento del Gobierno rumano, Cseke Attila, ha informado de que hasta la fecha se han suscrito contratos para consolidar 240 edificios de zonas de riesgo sísmico, mediante los fondos del Plan Nacional de Recuperación y Resiliencia (PNRR). Hay varios programas por medio de los cuales el Estado financia la consolidación de los edificios con riesgo sísmico; tan solo a través del Plan Nacional de Recuperación y Resiliencia se asignarán 555 millones de euros y, en la plataforma del ministerio, ya se han registrado 290 solicitudes.
El 4 de marzo de 1977, un sismo de 7,2 grados, el más fuerte registrado en Rumanía en la época moderna, se saldó con 1570 víctimas mortales, la mayoría en Bucarest, y provocó daños materiales estimados en aquel entonces en más de dos mil millones de dólares estadounidenses.
Unas 230 000 viviendas quedaron destruidas o gravemente averiadas y cientos de entidades económicas dejaron de funcionar. El terremoto causó una crisis económica y social que, según los historiadores, la dictadura comunista de esa época no pudo superar hasta su derrocamiento, en 1989.
Los especialistas advierten que, en caso de que se produzca un sismo similar al de 1977, cientos de edificios podrían derrumbarse, actualmente, en Bucarest. Cada año en Rumanía se registran más de 100 terremotos de magnitud superior a los 3 grados en la escala de Richter.
Traducción al español: Gabriela Ristea