16 años desde que Rumanía se unió a la UE
El 1 de enero de 2007, la Rumanía poscomunista fue admitida en la Unión Europea.
Bogdan Matei, 03.01.2023, 11:52
Del 22 de diciembre de 1989 al 1 de enero de 2007 duró la transición de Rumanía de una de las dictaduras comunistas más duras del continente, la de Nicolae Ceauşescu, al estatuto de miembro de la Unión Europea. Precedida por la admisión a la OTAN, en 2004, la adhesión del país a las estructuras comunitarias fue considerada uno de los mayores éxitos de la clase política de Bucarest, dominada, en ese momento, por el presidente Traian Băsescu y el primer ministro Călin Popescu-Tăriceanu. Sin embargo, todos los partidos importantes apoyaron este objetivo, resonando así con las expectativas de la sociedad rumana. Los archivos atestiguan que, en el otoño de 2005, por ejemplo, la confianza de los rumanos en la Unión Europea era la más alta entre todos los Estados miembros o en proceso de adhesión. Después de la admisión, Rumanía se convirtió en el séptimo país de la Unión en cuanto a número de habitantes, y tras el brexit en el sexto. El idioma rumano se convirtió en uno de los idiomas oficiales de la Unión y cualquier ciudadano puede dirigirse a las instituciones comunitarias en rumano.
El mismo nombre de la Unión Europea, en rumano, recibió estatuto oficial. Los eurodiputados rumanos ocuparon sus escaños en el Legislativo comunitario. Al igual que a los otros Estados miembros, a Rumanía le corresponde un cargo de Comisario Europeo en el Ejecutivo de la Unión. Más allá de los logros de índole política, las ventajas de la adhesión también se hicieron sentir en la vida cotidiana de los rumanos, que se convirtieron en ciudadanos europeos. Ellos pueden viajar y establecerse en cualquier parte del espacio comunitario y competir en el mercado laboral en países donde los salarios son mucho más altos que en casa. El comercio exterior de Rumanía está claramente dominado por los intercambios con socios de la Unión y el Producto Interior Bruto ha crecido constantemente en los años posteriores a la adhesión.
Las encuestas de opinión muestran que la mayoría de los rumanos cree que la dirección hacia la que su país debe ir en términos de alianzas políticas y militares es el Occidente, es decir, la Unión Europea, los Estados Unidos de América y la OTAN. Ellos opinan que unirse a la Unión Europea trajo más bien ventajas. Sin embargo, alrededor de dos tercios han respondido que su país debe defender sus intereses nacionales cuando no está de acuerdo con las reglas de la Unión, incluso si corre el riesgo de perder su posición como Estado miembro del bloque comunitario. De todos modos, pocos han indicado que Rumanía, como Estado miembro, debe respetar las normas comunitarias, incluso cuando se vean afectados sus intereses nacionales. En cualquier caso, la mayoría opina que la Unión Europea no debería desmoronarse en los próximos años. Las encuestas también muestran, sin embargo, la frustración de la mayoría de los rumanos porque su país aún no ha sido admitido en el espacio Schengen de libre circulación, lo que les hace sentirse como ciudadanos europeos de segunda clase.