Los rumanos están cambiando su comportamiento financiero
Casi el 40 % de los rumanos afirman que su situación financiera se ha deteriorado en el último año. Una nota de Bogdan Matei.
Bogdan Matei, 20.09.2022, 14:51
Igual que en todo el mundo, los precios en Rumanía siguen subiendo. La tasa de inflación anual superó el 15 % en agosto, según los datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística. El mes pasado, los precios de los alimentos fueron los que más subieron, más del 1,8 %. Los servicios aumentaron casi un 0,4 % por término medio. Desde julio se han registrado importantes subidas de precios en el transporte aéreo, un aumento de casi el 24 %, en el azúcar, un 10 %, en la mantequilla, una subida superior al 6,8 % y en la leche, un crecimiento superior al 5 %. Además, se han registraron reducciones muy ligeras en las tarifas de transporte por carretera y de telefonía.
En comparación con el mes de agosto del año pasado, los mayores aumentos de precios se produjeron en el gas natural, que subió un 70 %, las patatas, que crecieron más de un 54 %, y el aceite comestible, que aumentó casi un 50 %, mientras que el transporte aéreo, el combustible, los productos de la molinería y el azúcar también subieron más de un 30 %.
Todo ello afecta dramáticamente al poder adquisitivo de los rumanos, cuyos salarios y pensiones se encuentran entre los más bajos de la Unión Europea y quienes, además, tienen pánico ante la incertidumbre que provoca la llegada del invierno, que siempre supone aumentos en las facturas de calefacción, electricidad y gas. Así, casi la mitad ha recortado sus gastos, y la proporción de los que suelen ahorrar dinero ha aumentado considerablemente desde el año pasado. Los ciudadanos han ajustado básicamente su comportamiento financiero ante la aceleración de la inflación, el aumento de los precios en general y, en particular, la subida de las tarifas de los servicios públicos en los últimos meses, según señala la encuesta Money matters realizada en verano por el grupo financiero austriaco Erste en Europa Central y Oriental.
La encuesta señala que más de tres cuartas partes de los rumanos encuestados ahorran para posibles emergencias y gastos inesperados, mientras que el 74 % ahorra para tener una reserva de dinero para sí mismos o para su familia. Ambas categorías han aumentado ocho puntos porcentuales con respecto al año pasado. Además, uno de cada cuatro rumanos también reserva dinero para invertir en educación y formación, frente a sólo el 16 % del año pasado.
Los datos de la encuesta también revelan que el 64 % de los rumanos afirman haberse visto afectado por la inflación, y el 38 % cree que su situación financiera se ha deteriorado en el último año, el doble que en 2019. Los rumanos ahorran una media de 351 lei (equivalente a unos 70 euros) al mes, 42 lei más que en 2021, y solo un tercio de ellos guarda dinero para la vejez, revela también el análisis.
El 61 % de los encuestados cree que la educación financiera es responsabilidad de las escuelas y otras instituciones educativas, el 56 % considera que es responsabilidad de los padres y la familia, y el 45 % aprecia que es responsabilidad de los bancos y otras instituciones financieras.
Versión en español: Victoria Sepciu