Ola de calor extremo y tormentas en Rumanía
La ola de calor extremo se mantiene en Rumanía, donde las tormentas y las lluvias torrenciales han hecho estragos en varias zonas, en los últimos días.
Corina Cristea, 04.07.2022, 11:39
La semana comienza con temperaturas extremas en Rumanía, donde la ola de calor y las tormentas llevan varios días abriendo los titulares de los informativos. Los meteorólogos han informado de que el tiempo seguirá siendo caprichoso en los próximos días y han anunciado alerta amarilla o naranja por calor, y malestar térmico acentuado en el oeste del país, pero también en algunas provincias del sur y del centro. Para la Llanura Occidental se han vuelto a pronosticar temperaturas de 38 — 39 grados Celsius, mientras que para el resto del territorio se han anunciado 34 — 37 grados. Según el Instituto Nacional de Meteorología e Hidrología, las tardes traerán los clásicos chaparrones de verano, con truenos y rayos, sobre todo en las montañas y, por unos 15 — 20 minutos, estos fenómenos podrían darse en el resto del país también, donde es posible que se vuelvan más violentos. En los últimos días, los meteorólogos han anunciado decenas de alertas por lluvia torrencial y tormenta, y los efectos de algunas de las mismas aún son visibles.
En la provincia de Dolj, ubicada en el sur del país, donde algunas localidades estuvieron, el pasado sábado, bajo alerta roja por chubascos fuertes, la tormenta hizo estragos. La situación más dramática fue en la capital de la provincia, Craiova, donde se registraron lluvias torrenciales, las tormentas arrancaron los techos de algunos edificios de viviendas y tumbaron cientos de árboles, algunos de los cuales cayeron sobre la calzada o encima de vehículos. Aún se está trabajando para eliminar los efectos de la violenta tormenta de la tarde del pasado sábado. La gente pudo ver, en ese momento, como, en menos de una hora, fenómenos meteorológicos extremos hicieron que las aguas se llevaran varios coches, en algunas calles el agua se infiltró bajo el asfalto, que, por la presión, se hinchó hasta partirse. En algunos barrios, las cantidades acumuladas en las calles llegaron hasta la mitad de las puertas de los vehículos.
“Han caído más de 60 litros por metro cuadrado, cuando todos los conductos de la red de alcantarillado de Europa – ¡ojo!, de Europa, no sólo de Rumanía — están hechos para captar 25 litros por metro cuadrado”, declaró la alcaldesa de Craiova. Hubo más de 100 llamadas al teléfono de emergencias 112, las autoridades pararon de manera preventiva la circulación de los tranvías, y los equipos para situaciones de emergencia intervinieron con todas sus capacidades y medios.
En Miercurea Ciuc también (centro del país), la tormenta rompió árboles, que se desplomaron sobre los cables eléctricos, lo que hizo que 2.000 consumidores se quedasen sin electricidad. Hizo falta, igualmente, que los equipos de intervención evacuasen el agua de las calles y las plazas inundadas por la lluvia torrencial.
El mal tiempo también causó problemas en la provincia de Mehedinţi (sudoeste), donde el viento fuerte rompió varios árboles, y en un barrio de Drobeta Turnu Severin, arrancó el techo de un edificio de viviendas.
Asimismo, en la provincia de Vâlcea (sur), el tejado de la torre de una iglesia se desplomó sobre los cables eléctricos, a causa de la tormenta, mientras que, en el municipio de Râmnicu Vâlcea, el viento fuerte derribó una torre eléctrica.
Versión en español: Gabriela Ristea