El fútbol rumano en caída libre.
La selección de fútbol de Rumanía ocupa la última posición en su grupo de la Liga de Naciones.
Florin Orban, 15.06.2022, 12:13
Una victoria y tres derrotas. Un gol marcado y seis recibidos. Éste es el resultado de los cuatro partidos disputados por la selección rumana de fútbol en la Liga de Naciones. Así que la selección de fútbol de Rumanía ocupa actualmente la última posición del Grupo 3 de la Liga B, y corre el riesgo de jugar en el tercer nivel de la competición el año que viene. Rumanía jugó su primer partido de la Liga de Naciones de este año en Montenegro, en Podgorica, el 4 de junio. Perdió 2-0 tras un partido en el que lanzo el primer balón hacia la red del equipo rival sólo en la prórroga. Cuatro días después perdió 0-1 ante Bosnia y Herzegovina en Zenica.
La única victoria se produjo el pasado sábado en Bucarest, por 1-0 contra Finlandia, un resultado que nos dio esperanzas de volver a ocupar las primeras posiciones en el grupo. Sin embargo, siguió el partido de vuelta del martes contra Montenegro, perdido por 0-3 en Bucarest, una de las derrotas más abultadas sufridas por la selección rumana en su país.
Más allá de los malos resultados, el juego de la selección rumana es sobre todo preocupante, pues le falta fuerza, precisión, disciplina y ambición. El entrenador Edward Iordănescu, novato en la selección nacional, ha asumido la responsabilidad del desastroso inicio de temporada, pero no ha dado muestras de tener una solución. Sin embargo, no ha planteado la posibilidad de abandonar la selección nacional. Su posible marcha pondría de nuevo en dificultades a la dirección de la Federación Rumana de Fútbol, que últimamente ha tenido problemas para encontrar entrenadores con talento y experiencia dispuestos a hacerse cargo de la selección. Desde hace demasiados años, las decisiones poco estimulantes de los dirigentes federativos se traducen en resultados cada vez más pobres, en la ausencia de todos los torneos finales de las grandes competiciones de categoría superior y en el descontento creciente de los aficionados. Pero la crisis de la selección nacional es también una consecuencia de la situación de los clubes. La campeona rumana de los últimos cinco años, el CFR Cluj, apenas superó la fase previa de la tercera competición continental, la Liga de Conferencias, la pasada temporada, ocupando la última posición en el Grupo D. Los otros equipos rumanos se detuvieron en la fase previa. Sin embargo, pronto comenzará una nueva temporada de competiciones interclubes, con nuevas ambiciones y esperanzas. A principios de julio, el CFR se enfrentará a la campeona de Armenia Piunik Yerevan en la primera ronda de clasificación de la Liga de Campeones.
Versión en español: Victoria Sepciu