El Tribunal Constitucional aplaza su veredicto sobre la disputa Gobierno-Parlamento
En Bucarest, persisten las incertidumbres sobre el futuro del Gobierno liderado por el liberal Florin Cîtu.
Bogdan Matei, 17.09.2021, 13:19
A menudo criticado y detestado por muchos, el Tribunal Constitucional sigue siendo el árbitro indiscutible de la vida política en Rumanía y sus decisiones son definitivas.
Esto explica el suspenso que persiste actualmente en Bucarest, después de que el Tribunal pospusiera al 28 de septiembre su veredicto en el caso de un conflicto legal de carácter institucional invocado por el Gobierno de Cîtu en su relación con el Parlamento sobre el tema de la moción de censura presentada por el partido ultranacionalista AUR y la alianza USR-PLUS.
Mientras tanto, a la espera de la decisión del Tribunal, la dirección del Parlamento decidió bloquear tanto los debates como la votación de esta moción. Cabe señalar que las Direcciones Permanentes de las dos cámaras parlamentarias han dado la razón al Gobierno cuando decidió acudir al Tribunal Constitucional, acusando a los iniciadores de la moción de haber violado la ley durante la recolección de las firmas necesarias para presentar dicho documento y al Legislativo de haber informado tarde al Gobierno sobre la existencia de tal documento.
Una vez bloqueada la moción, los senadores y diputados de la Alianza por la Unidad de los Rumanos, AUR, decidieron iniciar la huelga parlamentaria. De repente, se niegan a votar sobre proyectos legislativos, mientras continúan participando en los debates.
A su vez, los representantes de la Unión Salvar Rumanía –PLUS han continuado con sus críticas en lo que se refiere al primer ministro y a la persona que es considerada el protector del jefe del Gobierno, a saber el presidente Klaus Iohannis.
Tras la renuncia masiva de todos los ministros de USR-PLUS y la destitución de todos los secretarios de Estado, prefectos y subprefectos del mismo partido, el jefe de Gobierno dijo que estaba dispuesto a negociar un posible regreso de sus antiguos socios, con una condición: que renuncien a esta moción de censura firmada junto a miembros de un partido extremista como AUR.
En respuesta, la USR-PLUS condiciona su potencial regreso a la dimisión del primer ministro. Considerado por la prensa un verdadero circo gubernamental, el escándalo estalló a principios de septiembre cuando el Gabinete de Cîtu adoptó, en ausencia del voto de la USR-PLUS, una ordenanza de urgencia para la aprobación del Programa Nacional de Inversiones Anghel Saligny. Una necesidad absoluta, según el jefe de Gobierno quien afirma que este plan permitirá el asfaltado y la conexión a las redes públicas de gas y alcantarillado en localidades que carecen de las condiciones mínimas para vivir una vida decente.
Por su parte, la USR-PLUS afirma que este proyecto es demasiado similar a todos esos programas de desarrollo nacional que iniciaron los antiguos gobiernos socialdemócratas para malversar más fácilmente el dinero público. De repente, acusan a los liberales de haber pisoteado la justicia para poder robar más fácilmente.
Según las encuestas de opinión, en un período difícil, marcado más bien por la subida de los precios y la depreciación de la moneda nacional, los rumanos son testigos impotentes de los escándalos políticos y consideran que el país ha tomado la dirección equivocada.
Versión al español: Valeriu Radulian