El impacto de la crisis política en la economía
La crisis política en Rumanía pone en peligro la calificación del país, tal y como advierte la mayor agencia evaluadora de riesgo.
Daniela Budu, 09.09.2021, 14:30
La agencia estadounidense de calificación financiera Fitch advierte que la disolución de la coalición de Gobierno en Rumanía podría socavar los esfuerzos en materia de consolidación fiscal. Estos son fundamentales para cambiar la perspectiva «negativa» que se relaciona actualmente con la calificación BBB- asignada a Rumanía, la más baja dentro de la categoría «grado de inversión». Un posible retroceso en la calificación de tan solo un escalón implicaría pasar al rango conocido como «basura», es decir, por debajo del umbral de inversión recomendado. Fitch recuerda que la evolución de las finanzas públicas es el principal factor determinante de la calificación de Rumanía. Así, para que se produzca una evolución positiva en la calificación, son necesarias garantías de que las autoridades implementarán planes fiscales creíbles que estabilicen el nivel de deuda pública en un porcentaje del producto interno bruto a medio plazo. En cambio, la falta de avances en la implementación de reformas conllevaría un aumento acelerado de la deuda pública, lo que podría acarrear una rebaja de la calificación, tal y como sostienen los especialistas de Fitch. El Gobierno rumano tenía previsto aplicar reformas ambiciosas en el ámbito de los ingresos y los gastos, con el fin de reducir el déficit por debajo del 3 % del PIB para 2024, desde el 9,3 % que se registró el año pasado. Los analistas contaban con que el Ejecutivo propusiera una ley de retribuciones única y una ley de pensiones antes de que acabe el año. Asimismo, el Gobierno se ha comprometido a aumentar la recaudación de impuestos y reducir el déficit de recaudación del IVA. Tras la advertencia de la agencia Fitch, el primer ministro ha asegurado que el programa de reformas continuará y que Rumanía tiene ingresos mayores en el presupuesto y que puede reducir el déficit presupuestario.
Cabe recordar que Rumanía se encuentra en plena crisis política, a raíz de la dimisión de los ministros de la alianza entre la Unión Salvar Rumanía y el Partido Libertad, Unión y Solidaridad (USR-PLUS), una de las formaciones de la coalición de Gobierno, después de que el primer ministro Florin Cîțu destituyera al ministro de Justicia, Stelian Ion, miembro de USR-PLUS. Además, USR-PLUS ha presentado una moción para presionar al Partido Nacional Liberal (PNL) con el fin de sustituir a Florin Cîțu como primer ministro. La agencia sostiene que USR-PLUS ha recibido el apoyo de la Alianza para la Unión de Rumanos (AUR), mientras que el Partido Social Demócrata (PSD) manifestó inicialmente su apoyo tácito. «Estos partidos tienen votos suficientes para aprobar una moción, lo que obligaría al presidente a nombrar a un nuevo primer ministro y a formar un nuevo Gobierno», sostiene Fitch. Según la agencia, el jefe de Estado, Klaus Iohannis, podría designar nuevamente a Florin Cîțu, en un intento de formar un Gobierno minoritario del PNL, como ocurrió de 2019 a 2020. A su vez, dos intentos fallidos en la formación de Gobierno conllevarían la convocatoria de elecciones anticipadas. Los expertos de Fitch comentan que no está claro hasta qué punto un Gobierno minoritario liderado por el PNL o un nuevo Gobierno liderado por PSD, tras unas posibles elecciones anticipadas, sería capaz o estaría dispuesto a llevar a cabo reformas sensibles desde el punto de vista político en sanidad, retribuciones, pensiones y justicia. La agencia ha mostrado su preocupación, ya que esto podría retrasar aún más la aprobación por parte de la Comisión Europea del Plan Nacional de Recuperación y Resiliencia, que el Gobierno espera antes de que acabe el mes. La próxima revisión de la calificación de Rumanía programada por Fitch tendrá lugar el 22 de octubre.
Versión en español: Víctor Peña Irles