¿Cómo empezará el año escolar?
Los ministerios de Educación y Sanidad han determinado, en una orden conjunta, la forma en que se desarrollará el año escolar, que vuelve a arrancar en un contexto de pandemia.
Ştefan Stoica, 02.09.2021, 14:56
El 13 de septiembre abrirán todos los centros educativos de Rumanía. Es el tercer año escolar que se vive en pandemia, y las condiciones sanitarias que deben respetarse estrictamente siguen siendo las mismas: el distanciamiento físico, la ventilación de salas y el uso de mascarilla de protección en interiores. En comparación con el curso pasado, aumenta la tasa de contagios por localidad a partir de la cual ya no se permitirá siquiera las actividades de recuperación de materias en los centros educativos. Cada viernes, padres e hijos podrán consultar en la página web de la Dirección de Salud Pública si la semana siguiente las clases se realizarán de forma presencial o en línea, en función de la situación de cada localidad, tal y como ha informado el ministro de Educación. Lo cuenta el propio Sorin Cîmpeanu:
«Hasta que no se alcance la tasa de infección de seis por cada mil habitantes en una localidad, todas las guarderías, centros de educación infantil y escuelas funcionarán presencialmente. En cuanto se supere la tasa de infección de seis por cada mil, las guarderías y los centros de educación infantil permanecerán abiertos, mientras que el resto de alumnos participarán en clase por internet, con la excepción de la educación especial. De hecho, en el caso de la educación especial, las actividades de terapia, actividades mediante las cuales los estudiantes con necesidades educativas especiales aprenden prácticamente a sobrevivir, se permitirán incluso aunque se supere la tasa de infección de seis por cada mil. Es la única excepción».
La titular de la cartera de Sanidad, Ioana Mihăilă, ha explicado qué sucede si se registra un caso de COVID en una clase:
«En cuanto a las clases de preescolar y los cursos que van desde el año de preparación hasta sexto, inclusive, los estudiantes pertenecientes a una clase con un alumno que dé positivo en un test continuarán con las clases en línea durante catorce días, pero podrán regresar a partir del octavo día, si se hacen pruebas rápidas de antígenos y obtienen un resultado negativo. Para los alumnos de séptimo y octavo, y el resto de ciclos de secundaria, en caso de que se registre un positivo en el centro, se pueden dar dos situaciones: los niños que se hayan vacunado o que hayan pasado la enfermedad en los últimos 180 días podrán seguir asistiendo presencialmente; los otros alumnos pasarán a las clases en línea, como ocurre en la educación primaria y hasta sexto curso, durante catorce días, aunque con la posibilidad de hacerse el test y volver a las aulas a partir del octavo día.»
El Consejo Nacional de Estudiantes considera que es necesario realizar test a todos los estudiantes, no solo a aquellos que no se hayan vacunado, de modo que el riesgo de propagación comunitaria se limite lo máximo posible. La organización de estudiantes también pide al Estado que garantice la protección de todos los estudiantes en situación de riesgo sanitario, es decir, aquellos diagnosticados con enfermedades crónicas, no solo aquellos con enfermedades relacionadas con la inmunosupresión, ya que la decisión de vacunarse no depende del estudiante, sino que se necesita directamente el consentimiento explícito de los padres. El Consejo ha criticado asimismo el retraso en el anuncio de la orden conjunta de los dos ministros relacionada con la actividad de los centros educativos y ha señalado que el sistema de enseñanza necesita capacidad de previsión.
Versión en español: Víctor Peña Irles