Protestas y reforma en el sistema sanitario
Las tragedias repetidas que han tenido lugar en los hospitales rumanos han vuelto a abrir la cuestión de la reforma del sistema sanitario.
Roxana Vasile, 02.02.2021, 13:11
Afectado durante años, el sistema sanitario rumano necesita ser reformado. La pandemia de COVID-19 no ha hecho más que revelar aún más los problemas: baja financiación, sitios insuficientes para los pacientes, condiciones muchas veces impropias para desarrollar el acto médico y personal insuficiente. Por esta razón, este lunes, aproximadamente 100 representantes de la Federación Sanitas (cuanto permite actualmente la ley) se han reunido delante del Gobierno para expresar sus descontentos. Los sindicalistas han acusado a las autoridades de indiferencia ante los problemas que hay en el sistema y piden que se solucionen varios asuntos, desde el crecimiento de los salarios y la reparación de las desigualdades, hasta el desbloqueo de los empleos. Además, ellos quieren que haya una estrategia nacional de inversiones en el sistema sanitario. Entre los manifestantes estaba Aurelia Constantin, vicepresidenta de la Organización Hospital “Santa María:
“Afortunadamente, trabajo en un hospital que tiene aproximadamente de todo, pero desde hace 30 años, hay hospitales en los que no se ha invertido casi nada.
A su vez, Viorel Huşanu, de la Sanitas Bucarest, ha destacado lo siguiente:
“Estamos por debajo de la norma de personal, es decir que necesitaríamos mucho más personal que cuide al menos a este tipo de pacientes con COVID, porque cuando uno cuida a un paciente con COVID, todos sabemos que hay que llevar un traje de protección como máximo cuatro horas. Uno no puede aguantar más.
Nada se repara, nada se tiene en cuenta y así muere gente en los hospitales, ha añadido Viorel Huşanu, al referirse a las tragedias que han sacudido a Rumanía a tan sólo unos meses de distancia. Se trata del trágico incendio del mes de noviembre, que tuvo lugar en el departamento de cuidados intensivos del Hospital Distrital de Urgencias de Piatra Neamț (nordeste), seguido la semana pasada por el incendio que tuvo lugar en el hospital más moderno de enfermedades infecciosas de Rumanía, “Matei Balș de Bucarest. En ambas tragedias varias personas murieron quemadas. En el contexto de las demandas formuladas por el Partido Social Demócrata y la Alianza para la Unión de Rumanía (AUR), en la oposición parlamentaria, que piden su dimisión, el actual ministro de Sanidad, Vlad Voiculescu, ha anunciado varias medidas:
“Intentaremos flexibilizar el marco de personal y revisar las normas de personal, especialmente para los departamentos en los que son tratados pacientes con COVID-19. Consideramos que esta sigue siendo una urgencia. Crearemos el fondo nacional para la seguridad de los pacientes en los hospitales. Esto significa un fondo para ciertas acciones, ciertas inversiones, y no sólo inversiones, sino que estamos pensando en asignar financiación específica para ciertos tipos de mantenimiento. Estas cosas se debaten todavía.
El ministro Voiculescu ha afirmado también que se acelerarán los proyectos de construcción de los hospitales regionales en Iaşi (nordeste), Cluj (noroeste) y Craiova (sur).
Versión española: Monica Tarău