2020, un año difícil para la economía
El Ejecutivo rumano se compromete a implementar una política presupuestaria sostenible y a reducir el déficit presupuestario.
Corina Cristea, 28.01.2021, 13:34
La radiografía del año 2020 realizada por el Ministerio de Finanzas muestra que, a finales de diciembre, el déficit presupuestario de Rumanía fue de casi un 10% del PIB, el doble que a finales de 2019. Respecto a los ingresos, el crecimiento se explica a través de la evolución desfavorable de los ingresos presupuestarios entre marzo y diciembre, así como a través del aplazamiento del pago de algunas obligaciones fiscales por parte de los agentes económicos durante la crisis causada por el contexto de la pandemia. A este déficit ha contribuido también el crecimiento de las devoluciones del IVA para sostener la liquidez en el sector privado y las bonificaciones concedidas para el pago al vencimiento del impuesto sobre la renta y sobre los ingresos de las microempresas. Asimismo, los especialistas en finanzas han afirmado que respecto a los gastos, a través del efecto de las leyes, se ha registrado un incremento en los gastos de inversión y se realizaron también pagos de carácter excepcional impuestos por la epidemia.
Para luchar contra los efectos económicos negativos generados por la situación sanitaria, ha sido aprobada una serie de programas gubernamentales de apoyo a la actividad de las pequeñas y medianas empresas y de las compañías grandes a través de las garantías del Estado. Según los datos publicados, cifras que representan el equivalente a un 4,45% del PIB han sido dirigidas al sector económico a través de ventajas fiscales, inversiones y gastos excepcionales concedidos para combatir los efectos de la epidemia. Toto esto en el contexto en que 2020 estuvo marcado por una contracción de la actividad económica. La dinámica desfavorable se ha visto afectada incluso por la reducción de los ingresos procedentes de los impuestos especiales para los productos energéticos. Esto sobre todo debido a la reducción del consumo de carburantes en el contexto económico caracterizado por la limitación de la actividad en el turismo y el crecimiento de la incidencia del trabajo en casa.
Según el Banco Nacional de Rumanía, este año, el riesgo principal respecto a la economía rumana es la manera en que el inicio de la consolidación fiscal se reflejará en el presupuesto público. El banco central considera que la economía volverá al nivel del año 2019 alrededor del 2022. Estos días, en Bucarest se está trabajando en el proyecto del presupuesto público para 2021, construido sobre un déficit presupuestario de aproximadamente un 7% acordado por Rumanía con la Comisión Europea. Es un presupuesto que tiene que apoyar el relanzamiento de la economía, un presupuesto que sienta las bases para una economía fuerte en el próximo período, 2021-2024, ha afirmado el primer ministro liberal Florin Cîțu. El documento tendría que llegar al Parlamento para ser debatido en febrero, junto con un amplio paquete de reformas en tres sectores: los salarios de los empleados públicos, el sistema de pensiones y la administración fiscal. Desde la oposición, el PSD, que acusa al Gobierno de preparar medidas de austeridad, ha lanzado una versión propia del presupuesto público, a través del cual considera que se puede realizar el crecimiento del nivel de vida para todos los rumanos.
Versión española: Monica Tarău