Reunión de la diplomacia rumana
La política exterior rumana conserva sus pilares fundamentales, pero también se adapta a la evolución de todo el mundo.
Bogdan Matei, 10.09.2020, 16:18
Las coordenadas clave de la acción exterior de Bucarest no han cambiado: profundizar el papel que desempeña en la Unión Europea y la OTAN y fortalecer la Asociación Estratégica con los Estados Unidos. Esto es lo que han reiterado, en la reunión de la diplomacia rumana, celebrada esta semana en Bucarest, en sistema de teleconferencia, el presidente Klaus Iohannis, el primer ministro Ludovic Orban y el ministro de Asuntos Exteriores, Bogdan Aurescu.
En un mensaje dirigido a los participantes, el secretario general adjunto de la OTAN, Mircea Geoana, subrayó que Rumanía es un miembro vital de la Alianza y sirve como «pivote regional» para defender y eliminar las amenazas en su contra. Señaló asimismo que la pandemia de COVID-19 ha amplificado los riesgos de seguridad anteriores, incluso en la zona del mar Negro. Rusia, dijo Mircea Geoana, continúa su patrón de comportamiento agresivo, con campañas de desinformación, ataques cibernéticos y acción militar. Exjefe de la diplomacia rumana a principios de la década de 2000, el secretario general adjunto de la OTAN añadió que el ascenso global de China está cambiando los equilibrios internacionales y que los aliados deben tener cuidado con este proceso. Por su parte, el alto representante para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Josep Borrell, dijo que los miembros de la Unión Europea deben seguir trabajando juntos de manera integrada para dar una respuesta común a los nuevos desafíos geopolíticos.
Otra invitada, la ministra española de Asuntos Exteriores, Arancha González Laya, señaló que España «no tiene ambición geopolítica» en Bielorrusia y su participación, en el contexto de las tensiones existentes en esta exrepública soviética, es por apoyar los valores de la Unión Europea. Es el mensaje implícito que transmitió también el embajador de Rumanía en Minsk, Viorel Mosanu junto con sus colegas de otros países miembros de la UE. Ellos visitaron a la escritora Svetlana Aleksievici, una de las figuras icónicas de la oposición bielorrusa. Ganadora hace cinco años del Premio Nobel de Literatura, Svetlana Aleksievici es una enérgica opositora del presidente Aleksandr Lukashenko y, según su propia confesión, teme que pueda ser arrestada por su policía política que ha conservado su siniestro acrónimo soviético KGB. El ministro de Asuntos Exteriores, Bogdan Aurescu, dijo que el propósito de la visita del diplomático rumano era garantizar el respeto de los derechos humanos.
«Creo que debemos seguir presionando al régimen para que mantenga un diálogo abierto con la oposición y no por medios represivos», dijo el jefe de la diplomacia rumana. Los abusos del presidente Lukashenko que lleva 26 años en el poder y es frecuentemente calificado como el último dictador en Europa, también han sido objeto de varias declaraciones recientemente adoptadas en las dos cámaras del Parlamento de Bucarest. Éstas han exigido a Minsk que respete los derechos humanos y acabe con la represión contra sus propios ciudadanos.