Moción de censura contra el Gobierno liberal
En Bucarest, el Gabinete liberal de Ludovic Orban se enfrenta a una moción de censura, iniciada por el principal partido de oposición, el Partido Social Demócrata (PSD).
Corina Cristea, 31.08.2020, 13:02
Se necesitan 233 votos a favor para destituir al Ejecutivo liberal de Bucarest que se enfrenta el último día de la sesión extraordinaria del Parlamento a una moción de censura. Los iniciadores, los socialdemócratas, que perdieron el control del Gobierno a fines del año pasado pero siguen siendo el partido más representado en el Parlamento, dicen que cuentan con los votos necesarios para derrocar al Gobierno, al que acusan de haber perdido el control de la crisis sanitaria, de destruir la economía y deteriorar gravemente el nivel de vida de la población. El PSD afirma que tiene un programa de gobierno con objetivos realistas. El primer vicepresidente del partido, Sorin Grindeanu, detalla:
“Las tres principales prioridades del PSD son la salud, la educación y la economía. En esencia, hemos construido este programa gubernamental para responder a aspectos fundamentales: la gestión profesional de la crisis sanitaria, la apertura segura de escuelas, la recuperación real de la economía y el aumento de los ingresos de los rumanos.
Por su parte, los representantes del Partido Nacional Liberal (PNL) acusan a sus opositores políticos de irresponsabilidad y de la intención de explotar la crisis sanitaria para avanzar en sus intereses electorales. Los liberales también han impugnado esta moción ante el Tribunal Constitucional que ha anunciado que está esperando hasta el 1 de septiembre las opiniones sobre un posible conflicto legal entre el Gobierno y el Parlamento. Mientras tanto, se hacen cálculos políticos hasta el último momento y las negociaciones se pueden calificar de intensas. El primer ministro Ludovic Orban:
“Como bien se sabe, las negociaciones no son públicas. Verán el resultado. No llamaría esta gestión una moción de censura, sino más bien una poción de cianuro, con la que el PSD quiere volver a envenenar a Rumanía.
Los analistas comentan que la decisión de los socialdemócratas de presentar una moción de censura contra el Gobierno, que ha obtenido rápidamente el apoyo de PRO Rumanía y ALDE, tiene como objetivo mejorar la imagen del PSD antes de las elecciones locales del próximo 27 de septiembre, y las parlamentarias de finales del año corriente. Conviene destacar que el principal partido de la oposición ha perdido la mitad del apoyo popular que tenía tras las elecciones parlamentarias de 2016.
La caída del Gobierno de Orban no equivale a una toma del poder por parte del PSD, afirma el presidente Klaus Iohannis, quien ha dicho repetidas veces que no nombrará a un socialdemócrata como primer ministro, incluso si el partido consiguiera formar una mayoría parlamentaria con otros partidos más pequeños. Un eventual Gobierno interino de los liberales significaría, sin embargo, un Ejecutivo con un margen de maniobra reducido, un Gobierno que ya no tendría, por ejemplo, la posibilidad de emitir decretos de urgencia, un trámite muy usado hasta ahora por los liberales porque no cuentan con una mayoría parlamentaria. Desde la oposición, USR y PMP han anunciado claramente que no apoyan la moción de censura, mientras que la UDMR no ha tomado una decisión hasta el último momento.