La crisis pone a prueba la sociedad rumana
De la decisión del Tribunal Constitucional sobre las multas durante el estado de emergencia al cruce de espadas políticas ha habido sólo un paso.
Roxana Vasile, 08.05.2020, 13:54
La actual crisis sanitaria se ha sobrepuesto en Rumanía sobre la constante crisis política. Cabe recordar que, el otoño pasado, los socialdemócratas fueron retirados del poder mediante una moción de censura. De no haber sido por el desafío llamado COVID-19, en Rumanía ya se habrían organizado tanto elecciones locales como elecciones parlamentarias anticipadas. Según el presidente Iohannis, estas últimas habrían cambiado ”la mayoría tóxica” del Parlamento.
En los últimos dos meses, la preocupación casi exclusiva por combatir el aumento del número de infecciones y muertes causadas por el nuevo coronavirus ha puesto la lucha política en segundo plano. Sin embargo, ésta ha vuelto a ser protagonista esta semana tras haber decidido el Tribunal Constitucional de Rumanía que los derechos humanos fundamentales no pueden ser restringidos por una ordenanza gubernamental de emergencia, como sucedió durante el período actual del estado de excepción, y que las multas muy altas puestas en este período no cumplen con la ley básica.
El presidente Klaus Iohannis ha expresado su sorpresa por la decisión del Tribunal, diciendo que sin estas multas, el número de muertos habría sido mucho mayor:
“Es absolutamente sorprendente que hoy en día estas sanciones sean discutibles, aunque es obvio para todos nosotros que han sido útiles para prevenir la propagación del virus. Sorprendente es también la perspectiva de las autoridades que, por su misión o por su naturaleza jurídica, tienen la obligación constitucional de no perder de vista, al tomar decisiones, el interés general de la sociedad.”
Además, el presidente ha señalado con el dedo al PSD cuya actividad en el Parlamento ha sido, en su opinión, ”realmente tóxica”. El jefe de Estado ha agregado que el PSD ”sigue siendo la misma formación que sólo se preocupa por salvar a sus barones”.
Los socialdemócratas han contraatacado. El líder interino del PSD, Marcel Ciolacu, considera que el presidente del país tiene «salidas de dictador», que «siempre debe tener razón» y que «ataca las instituciones fundamentales del Estado».
Marcel Ciolacu:
“El Gobierno ya no es creíble y ya no se endeuda. El Gobierno pronto no va a tener dinero para salarios y pensiones. Aunque los rumanos se enfrentan a estos problemas todos los días, Iohannis no habla de un proyecto para reactivar la economía. Sólo está hablando del PSD. En todas partes. ¡Hace seis meses que el PNL está en el poder y el PSD está en la oposición! ¡Dejad de culpar a los demás! Tenéis todo el poder, así que ¡gobernad, tomad las medidas que se imponen para los rumanos!”
La crisis pone una difícil prueba a la sociedad rumana.