Proyectos ambientales para Bucarest
La alcaldesa general de la capital de Rumanía ha propuesto que se renuncie al proyecto “Oxígeno, que habría impuesto tasas sobre los coches contaminantes y habría prohibido con el tiempo su circulación en Bucarest.
Mihai Pelin, 26.02.2020, 13:49
La alcaldesa general de Bucarest, Gabriela Firea, ha anunciado que renunciará a la tasa “Oxígeno” sobre los coches contaminantes, que ha entrado en vigor desde principios del año, pero las multas por no haberla pagado iban a ponerse en marcha a partir de este marzo. Firea ha explicado que tras un sondeo lanzado en Facebook, un 90% de las personas encuestadas han afirmado que no desean que se ponga en marcha esta tasa.
El Proyecto “Oxígeno” preveía que los propietarios de vehículos con norma de contaminación inferior a la Euro 5 tenían que pagar una tasa para circular en Bucarest. Los vehículos con norma inferior a la Euro 3 tenían que pagar la tasa, pero no podían entrar en el centro de la ciudad, y la tasa para la Euro 4 iba a entrar en vigor en enero de 2021. Además, la decisión prohibía completamente la circulación en Bucarest de los coches sin norma europea sobre emisiones, con la Euro 1 y la Euro 2 a partir de 2022, y con la Euro 3 a partir de 2024. Según el índice de contaminación, la tasa que se aplicaba de lunes a viernes, para un año, costaba entre 500 lei (aproximadamente 100 euros) para la Euro 4 y 1.900 lei (aproximadamente 400 euros) para los vehículos sin norma europea sobre emisiones. Gabriela Firea ha anunciado que continuará con los demás componentes del Proyecto “Oxígeno” para Bucarest, es decir la compra de medios de transporte ecológicos, autobuses híbridos, tranvías, trolebuses e inversiones en la infraestructura, que tienen por objetivo mejorar el tráfico y reducir la contaminación. Serán creadas también nuevos carriles para bicicletas, y serán plantados árboles. Gabriela Firea:
“Tras el gran número de mensajes y el gran interés hacia este delicado tema, serán eliminadas la restricción y la tasa. En marzo me presentaré ante el Consejo General, invalidaremos el proyecto y si ganamos las elecciones, no pondremos en marcha la tasa, porque la población no lo quiere. Pero el proyecto general «Oxígeno» continúa. Sigue interesándonos y nos encargamos del sector ecológico y de la lucha contra la contaminación, porque somos responsables.”
La tasa podría ser una buena medida para mejorar la calidad del aire en Bucarest, ha afirmado el ministro de Medioambiente, Costel Alexe, quien no está de acuerdo con la decisión de la alcaldesa general porque no ha organizado un amplio debate público desde el principio. En su opinión, la invalidación de la tasa muestra que la municipalidad no ha conseguido encontrar una medida correcta para mejorar la calidad del ambiente. Costel Alexe:
“Como liberal, estoy de acuerdo con el siguiente principio: el contaminador paga en cualquier ámbito, ya sea la calidad del aire, el coche u otro medio de transporte, o los desperdicios. La tasa «Oxígeno» no era mala y seguramente podía ayudar tanto a la administración pública de Bucarest como a los bucarestinos. Para este año, el Gobierno de Rumanía no toma en cuenta este aspecto, pero el próximo año, después de organizar una consulta pública con la sociedad rumana y de hablar con Bruselas, tenemos que hacer esto.”
Las 1.600 personas que han pagado ya la tasa recuperarán su dinero.
Versión española: Monica Tarău