El 2020, año electoral
Si 2019 fue el año de las elecciones parlamentarias europeas y presidenciales, 2020 estará marcado por elecciones locales y legislativas.
Ştefan Stoica, 06.01.2020, 15:02
En mayo del año pasado las elecciones al Parlamento Europeo confirmaron la fuerte caída del PSD, todavía en el Gobierno en ese momento, que luego renunció al cargo de líder político a favor del PNL. Bajo la carga de sus propios errores, los socialdemócratas colapsaron, del 45 por ciento que habían obtenido en las elecciones de 2016, a menos del 23 por ciento. Un día después de este fracaso electoral, el PSD perdió a su principal líder, Liviu Dragnea, condenado a prisión por corrupción y considerado el principal culpable del descarrilamiento del partido. Fue sustituido por Viorica Dăncilă, primera ministra desde enero de 2018, que ingresará en el libro negro de la historia de la izquierda poscomunista como el candidato socialdemócrata que obtuvo la menor cantidad de votos en unas elecciones presidenciales.
En noviembre del año pasado, el presidente en funciones, Klaus Iohannis, obtuvo un nuevo mandato con casi el 66%. Anteriormente, los liberales habían registrado otro éxito, es decir, la toma del Gobierno después de la destitución del Gobierno de Dăncilă, de modo que la victoria de Iohannis, por lo demás predecible, marcó el comienzo de la dominación política del PNL. Sin embargo, en el Parlamento, el PSD sigue teniendo una mayoría relativa, lo que obliga al Gobierno liberal dirigido por Ludovic Orban a recurrir al procedimiento de urgencia, cuestionable pero legal, asumiendo la responsabilidad política incluso por la ley de presupuesto.
A los liberales les resultará cada vez más difícil gobernar en ausencia de una mayoría clara, y esto solo se puede lograr mediante elecciones. Esto es lo que regularía el año electoral 2020. Más que nunca, se habla de elecciones anticipadas, deseables desde la perspectiva del PNL y menos o nada deseables según la opinión del PSD.
En el caso de elecciones anticipadas, el PNL evitaría el desgaste importante que se produce después de un año en el poder, y el PSD no tendría suficiente descanso para recuperar sus fuerzas después de los golpes recibidos en 2019. El mecanismo de las anticipadas es, constitucionalmente, complicado y difícil.
Es por eso que nadie parece creer realmente en tal escenario. Este es el caso del comentarista político Alexandru Lăzescu:
«Es muy difícil creer que llegaremos allí. Por supuesto, en este momento el PNL obtendría un resultado mucho mejor que el de final de año, si hay elecciones normales, pero es complicado. Por lo tanto, creo que se trata más de un debate destinado a plantear esta cuestión, pero no, no creo que sea razonable pensar que esto sucederá».
A mediados de este año, en Rumanía se organizarán elecciones locales, que también son muy importantes. Actualmente, los alcaldes son elegidos en una sola vuelta, lo que plantea serios problemas de representación para ellos. Los grandes partidos, en primer lugar el PSD, y también el PNL, se benefician de este sistema, pero las formaciones de segundo nivel, lideradas por la USR, quieren cambiarlo para aumentar sus posibilidades. Los liberales dicen que quieren lo mismo, pero se sospecha que conservar la legislación actual no los molestaría mucho, ya que les permitiría victorias fáciles en las grandes ciudades, especialmente en Transilvania (centro), donde ellos mantienen el control político. El gran reto está representado, como siempre, por Bucarest. Antes dirigida por una derecha sólida, la capital ahora tiene alcaldes socialdemócratas.
(Versión española: Simona Sarbescu)