Un nuevo año escolar
A partir de este 9 de septiembre, los alumnos vuelven al colegio.
Roxana Vasile, 09.09.2019, 15:17
Casi 3 millones de alumnos rumanos han vuelto a sentarse en los pupitres de las escuelas y guarderías. El timbre anunciaba desde las primeras horas de la mañana el comienzo de un nuevo año escolar. Hay mucha alegría y mucha emoción. Al mismo tiempo, hay grandes expectativas, pero tampoco faltan las carencias que los alumnos y los profesores tienen que afrontar todos los años. A diferencia del pasado, cuando los alumnos se beneficiaron de numerosas vacaciones y varios días festivos, el año escolar que acaba de comenzar tiene una estructura un poco diferente. El primer semestre termina el 20 de diciembre, mientras que el segundo semestre comienza el 13 de enero y termina el 12 de junio de 2020. Los alumnos de secundaria, que están a punto de graduarse, terminan un poco antes, el 29 de mayo de 2020, para que puedan presentarse en las pruebas de Bachillerato. Lo mismo pasa en el caso de los alumnos del ciclo medio, quienes terminan los cursos el 5 de junio de 2020, para que puedan centrar su atención en los exámenes de ingreso a la secundaria.
También se conocen los períodos de vacaciones: del 21 de diciembre de 2019 al 12 de enero de 2020 y del 4 al 21 de abril de 2020, respectivamente. Las vacaciones de verano comenzarán el 13 de junio de 2020.
En algunas regiones del país, el primer día escolar trae buenas noticias, especialmente en las zonas rurales, donde por lo general, las condiciones son precarias. En el pueblo de Floreşti del distrito de Cluj, noroeste del país, acaba de ser inaugurada una de las más grandes escuelas del ámbito rural: dispone de 24 aulas, 6 laboratorios y espacios para eventos festivos. El dinero para este proyecto, casi 2,1 millones de euros, fue pagado del presupuesto local.
He aquí lo que nos ha declarado el alcalde Horia Şulea:
“La capacidad total de nuestro centro escolar es de 900 alumnos. Este año nada más tendremos enseñanza primaria, pero a partir del próximo año incluiremos también la enseñanza secundaria.”
Desgraciadamente, no todos los ayuntamientos de las zonas rurales son modelos de buenas prácticas. Otros se caracterizan por indolencia o imposibilidad de solucionar los problemas. Por una parte, hay centros de enseñanza que se preocupan por abrir consultorios médicos, con personal especializado, para ayudar a los niños en caso de necesidad, pero, por otra parte, en otros centros de enseñanza, en caso de urgencia, los niños tienen que acudir a los hospitales o a los médicos de cabecera. Muchas escuelas no tienen autorización sanitaria. Otras no tienen autorización contra incendios. Tampoco hay suficientes microbuses para asegurar el transporte de los alumnos, allí donde esto sea necesario.
A pesar de todo esto, los políticos rumanos, quienes están en plena campaña electoral, decidieron participar en la apertura del nuevo año escolar. Lo mismo hicieron los principales candidatos a las elecciones presidenciales del próximo mes de noviembre, el actual presidente Klaus Iohannis y la primera ministra Viorica Dăncilă. Presente en una escuela de Bucarest, Klaus Iohannis se refirió al fracaso de las políticas públicas en la educación. En Hunedoara (sudoeste del país), Viorica Dăncilă ha subrayado que, para salir de la pobreza, es imprescindible tener un sistema educativo mejorado.
Versión española: Valeriu Radulian