La ley de trasplantes
En Rumanía, ha sido finalizada la ley de trasplantes. El próximo mes de diciembre podría comenzar un debate público sobre el proyecto, que no revolucionará el trasplante pero clarificará los aspectos legales, según la ministra de Sanidad, Sorina Pintea.
Mihai Pelin, 21.11.2018, 14:53
Miles de rumanos inscritos en las listas de espera para trasplantes podrían tener una segunda oportunidad de vida, pero el número de donantes sigue bajando cada año. Solo 55 donantes de órganos con muerte cerebral han sido registrados en 2018, de un total de 160 posibles donantes, según indican los datos proporcionados por la Agencia Nacional de Trasplantes. Lamentablemente, muchas familias no han dado su permiso a la donación y otras personas han tenido varios problemas de salud que han hecho imposible esta operación. En total, se han realizado 102 trasplantes renales, 46 de hígado, 3 de pulmón y 5 de corazón. Las autoridades intentan solucionar este problema con la nueva ley de trasplantes, que ha sido finalizada y podría entrar en debate público el próximo mes. La ministra de Sanidad, Sorina Pintea, ha ofrecido más detalles sobre el proyecto. Sorina Pintea:
“En primer lugar, a través de la nueva ley de trasplantes, se va a garantizar la transparencia que se requiere en el sistema. Luego se trata de algunas novedades que se refieren al acuerdo de los donantes. Estas regulaciones van a aportar más transparencia y van a impulsar la donación de órganos, una condición esencial para el trasplante.
En Rumanía, el Programa Nacional de Trasplantes incluye 41 unidades médicas acreditadas para la donación de órganos, pero solo 11 de ellas han realizado este tipo de intervenciones. La ministra de Sanidad cree que el programa se aplica de manera ineficiente. Sorina Pintea:
“Normalmente, todas las personas involucradas en la actividad de trasplantes, deben trabajar en equipo y aquí me refiero a los coordinadores locales, los coordinadores regionales, la Agencia Nacional de Trasplantes, porque en primer lugar no hay trasplantes sin tener órganos y cuando uno quiere pedir ayuda a las organizaciones internacionales, este es el primer problema que se plantea. Rumanía tiene el Programa Nacional de Trasplantes, que es muy generoso, en mi opinión. Lamentablemente, en algunos casos, este programa no ha sido eficiente. No me explico el hecho de que en un distrito haya 48 pacientes con muerte cerebral y ninguna donación. Esto significa que no hay interés. Esto ya no pertenece al ministro de Sanidad o tal vez deberíamos eliminar ese distrito del Programa Nacional de Trasplantes.
La ley prevé que una persona que quiera donar sus órganos pueda registrarse mientras viva en la lista de donantes para permitir la donación en caso de muerte cerebral. Rumanía se sitúa en la cola de la clasificación europea en cuanto al número de donantes de órganos y es uno de los pocos países de Europa que todavía no han finalizado la legislación en este ámbito.
(versión española Simona Sarbescu)