Homenaje a las víctimas del club Colectiv
El presidente Klaus Iohannis ha depositado una corona de flores en memoria de las víctimas del incendio del club Colectiv y la primera ministra Viorica Dancila ha declarado que la sociedad rumana seguirá marcada por esta tragedia durante largo tiempo.
Roxana Vasile, 31.10.2018, 14:54
Un metro se detiene entre dos estaciones el día siguiente al incendio producido en el club Colectiv de la capital. Los viajeros empiezan a interaccionar. Éste es en breve, el resumen de la película independiente “Bajamos en la primera” del director de cine, Tedy Necula, presentado el pasado martes por la noche en el marco de un espectáculo de gala al cumplirse exactamente tres años desde la tragedia que dejó petrificada a una nación entera.
El 30 de octubre del año 2015, durante un concierto presentado en el club Colectiv por el grupo de música rock Goodbye to Gravity, estalló un incendio a causa de unos fuegos artificiales. El fuego se propagó rápidamente a las paredes y a los pilares acolchados con material esponjoso. En el interior se encontraban centenares de personas y el club tenía una sola entrada. Una parte de las víctimas sufrieron quemaduras, otras perdieron la vida tras inhalar la mezcla de sustancias tóxicas. En total hubo 64 muertos y casi 200 heridos. Dos años después del desastre, un joven se suicidó, la víctima número 65, y mucha gente atribuyó su gesto a los traumas síquicos sufridos en el club Colectiv.
En memoria de las víctimas, en la capital y en otras grandes ciudades de Rumanía, se organizaron el pasado martes, actos conmemorativos dedicados a los tres años transcurridos desde el incendio del club del terror. En Bucarest, se celebraron misas y fue organizada una marcha de conmemoración, con el título de “la marcha de las guitarras”. Centenares de personas se reunieron en la Plaza de la Unión para dirigirse a pie hacia el lugar de la tragedia. A lo largo del camino se les unieron muchas otras personas. Al llegar al club guardaron unos momentos de recogimiento hasta las diez y media, la hora a la que se había producido el desastre. Familiares, amigos, colegas o simples transeúntes depositaron coronas y encendieron velas. El estado general de ánimo era de dolor, tristeza e incapacidad de corregir la situación existente en el ámbito político, en la sector de la sanidad y en la sociedad en su conjunto.
“Tenemos mucho que aprender de esta tragedia y vale la pena acordarnos siempre del hecho de que algo debe cambiar en este país y que somos nosotros mismos los que tenemos que actuar”.
“Supongo que saben que en Rumanía todos se agitan y después de cinco minutos las aguas se calman y cada uno va a lo suyo”.
Tres años después de la tragedia del club Colectiv, la actual titular de Sanidad, Sorina Pintea, ha reconocido que Rumanía no podrá afrontar un nuevo incendio de grandes proporciones. A nivel nacional existen solamente 11 camas para los quemados graves y las autoridades deberían recurrir a las ayudas externas en el caso de una tragedia similar.
En Rumanía, abundan los bares, los clubes, las pensiones y los centros comerciales que siguen funcionando sin autorización del sistema contra incendio. Con respecto al proceso penal incoado después de la tragedia del club Colectiv éste sigue encontrándose ante el juzgado de primera instancia. Los familiares y los amigos de las víctimas siguen esperando que se haga justicia.