Absentismo récord en el referéndum por la familia
Aproximadamente un 21% de los electores rumanos han votado en el referéndum para redefinir la familia, por debajo del umbral del 30% necesario para que sea válido.
Ştefan Stoica, 08.10.2018, 13:23
Los rumanos con derecho a voto han tenido dos días para pronunciarse sobre si desean modificar la Constitución y redefinir la familia como la unión libremente consentida entre un hombre y una mujer, o entre cónyuges, como es actualmente. La gran mayoría de los participantes en el referéndum han votado a favor, pero la presencia ha estado muy por debajo del umbral del 30% necesario para que el referéndum sea válido. Los políticos han ofrecido varias explicaciones para este absentismo récord, de casi un 80%. El secretario general adjunto del PSD, el más importante partido de la coalición gubernamental formada por el PSD y la ALDE, Codrin Ştefănescu:
“Probablemente era necesario tener más debates, una campaña más amplia en este sentido. De todas formas, hay que tener mucho en cuenta el gran número de rumanos que han votado, porque cuatro millones de rumanos es una cifra significativa.”
El líder del PNL, el principal partido de la oposición, Ludovic Orban, considera que el fracaso del referéndum se debe atribuir al poder. Ludovic Orban:
“Desde hace unos meses, el PNL ha llamado la atención a los líderes políticos de Rumanía para que no intentasen confiscar este asunto, politizar el referéndum e para que se intentasen quedar a un lado. El referéndum ha estado muy mal organizado, no ha habido ningún tipo de campaña de información por parte del Gobierno, como si este Gobierno hubiera deseado que los ciudadanos estén lo menos posible interesados en el referéndum.”
Aunque estén en lados opuestos, los mayores partidos de Rumanía, el PSD y el PNL, han votado el proyecto legislativo de modificación basándose en un acuerdo de colaboración firmado con la Coalición por la Familia, la alianza de organizaciones mayoritariamente cristianas que juntó 3 millones de firmas para apoyar su iniciativa cívica. Por esta razón, el fracaso de la imposición de la familia denominada “tradicional” mediante el referéndum equivale al fracaso de los partidos tradicionales. En cambio, la USR, partido parlamentario relativamente recién creado que tiene un importante componente cívico, se ha opuesto al referéndum, y ahora muestra su alegría. El presidente de la USR, Dan Barna, ha afirmado que los rumanos han mostrado que son una nación tolerante, europea. Dan Barna:
“La Rumanía de este lunes será exactamente la misma Rumanía del pasado viernes, anterior al referéndum. Es de hecho la Rumanía del siglo XXI con todos sus ciudadanos, algunos más tradicionalistas, algunos más implicados, algunos más informados, con los rumanos, como somos todos. El resultado ha confirmado que, más allá de los intentos del PSD y la ALDE de promover un gobierno realizado mediante el miedo y la mentira, Rumanía es una nación europea.”
La Coalición por la Familia también ha acusado al poder, pero por lo que ellos consideran que es una manera superficial y no profesional de organizar el referéndum. La Coalición ha denunciado el boicot generalizado al que habría sido sometido el referéndum por parte de todos los partidos que votaron en el Parlamento la ley de modificación de la Constitución de Rumanía. Ellos han afirmado que el boicot está dirigido directamente y en primer lugar contra los cristianos del país.
Para la asociación MozaiQ, que defiende los derechos de las minorías sexuales, el hecho de que los rumanos rechazaran la definición constitucional de la familia como la unión entre un hombre y una mujer es una victoria de la democracia. Los rumanos han rechazado el odio y la desunión, y no han legitimado con su presencia una acción política que tenía por objetivo estigmatizar y discriminar a la comunidad LGBT, han declarado los representantes de la asociación. Ellos están convencidos de que las fuerzas conservadoras de Rumanía han recibido un NO categórico por parte de los ciudadanos, lo que ha vuelto a dar la esperanza de que la futura Rumanía es una de la diversidad, del respeto hacia todas las minorías y de la igualdad de oportunidades para todos. Los analistas han comenzado a identificar a los vencidos en este referéndum fracasado. En el ámbito político, ellos serían el PSD y el PNL. También han perdido las organizaciones que han luchado por la iniciativa cívica de la que partió todo este proceso, enemigas declaradas, irreductibles de la ideología de género, así como su principal partidario, la Iglesia ortodoxa mayoritaria, cuyo clero ha animado a los rumanos a votar para defender a la familia tradicional.