Otra semana de invierno en Rumanía
El mal tiempo se ha apoderado de Rumanía trastornando el transporte ferroviario, aéreo y por carretera. Los meteorólogos han anunciado que el mal tiempo se mantendrá toda la semana.
Corina Cristea, 19.03.2018, 14:24
A mediados del mes de marzo, Rumanía se enfrenta a unos días muy caprichosos desde el punto de vista meteorológico y con temperaturas que han bajado entre 10 y 15 grados centígrados desde el pasado sábado por la noche. Los meteorólogos han advertido que después del código amarillo de lluvias abundantes y temperaturas bajas, en la mitad oriental de Rumanía las lluvias se transformarán paulatinamente en aguanieve, nieve y hielo.
La lluvia engelante ha causado la aparición de hielo, especialmente en el sureste del país, y ha trastornado todas las vías de transporte. Incluso fue necesario cerrar temporalmente varios sectores de carretera nacional. Hubo problemas también en el aeropuerto de Otopeni–Henri Coanda, donde la lluvia gélida hizo imposible el despegue de los aviones durante tres horas. Ninguna aeronave pudo despegar porque las operaciones de descongelación de los aparatos de vuelo eran prácticamente imposibles a causa de la intensidad del fenómeno. Pero según ha anunciado la Compañía Nacional de Aeropuertos de Bucarest, la pista del aeropuerto fue tratada con antideslizantes y los aviones pudieron aterrizar en condiciones de seguridad. Muchos trenes registraron retrasos de hasta cien minutos a causa de la escarcha que cubrió los cables de alimentación o fueron cancelados a causa de la imposibilidad de utilizar la tracción con locomotoras eléctricas.
La Compañía Nacional de Administración de la Infraestructura Terrestre ha anunciado que ha utilizado miles de toneladas de material antideslizante para asegurar el tráfico vial en los tramos afectados por las condiciones meteorológicas. Pero el mayor número de problemas han surgido en el norte del país a causa de las nevadas y del viento fuerte que dificultaron las operaciones de las máquinas quitanieves. La lluvia gélida ha cubierto la capital en su totalidad. A su vez los hidrólogos han emitido códigos amarillo y naranja de inundaciones, incluso en el Danubio, y han advertido que si las temperaturas suben la situación se complicará.