Rumanía, de nuevo sin primer ministro
En la política rumana, es mejor ser adversario de Liviu Dragnea que primer ministro con su bendición. Así se burlaban los comentaristas después de que, por tercera vez en un año, el líder socialdemócrata nombrara a la persona equivocada para el Ejecutivo.
Bogdan Matei, 16.01.2018, 13:00
En diciembre de 2016, bajo la dirección de Liviu Dragnea, el Partido Social Demócrata (PSD) obtuvo unos resultados históricos, con alrededor del 45 por ciento en las elecciones parlamentarias y se convirtió en el partido principal de la coalición gobernante junto con la Alianza de Liberales y Demócratas (ALDE). La primera opción para el puesto de primer ministro era Sevil Shhaideh, que podría haberse convertido en la primera mujer jefa de Gobierno en Rumanía, si el presidente Klaus Iohannis no hubiera rechazado su nombramiento. Casada con un sirio cercano al régimen dictatorial de Damasco, Sevil Shhaideh fue considerada como un posible peligro para la seguridad nacional.
Así pues, el presidente del Consejo Regional de Timis (oeste), Sorin Grindeanu, exministro y miembro del PSD durante dos décadas, alabado por la victoria de las elecciones locales en favor de la derecha tradicional, se convirtió en primer ministro. El verano pasado, las tensiones entre Sorin Grindeanu y Dragnea se volvieron muy intensas, y la negativa del primer ministro a renunciar fue tan firme que el PSD hizo algo sin precedentes en la democracia rumana poscomunista: derribó su propio Gobierno con una moción de censura.
A continuación propuso a Mihai Tudose para encabezar el Ejecutivo, diputado del PSD de Braila (Sudeste), socialdemócrata de alto rango, al que consideró un soldado devoto del partido. Sin embargo, el lunes, el Comité Ejecutivo del PSD se reunió de urgencia, a petición del presidente del partido, Liviu Dragnea, y decidió retirar su apoyo político al primer ministro. Poco después, Tudose anunció su dimisión. Mihai Tudose ha declarado:
El partido ha decidido que necesita otro Gobierno, con un enfoque diferente. Siempre hay hueco para algo mejor. Tal vez yo tenga algo de culpa. Así lo ha decidido el partido, y como he dicho al principio, lo asumo, el Comité Ejecutivo me nombró, y el Comité Ejecutivo ha dicho que siempre hay hueco para algo mejor.
Las tensiones se agravaron la semana pasada, cuando el primer ministro abogó por la reestructuración del Gobierno, método que según la prensa, tenía como objetivo purgar al equipo de leales a Dragnea. Además, en el contexto de un escándalo de pedofilia perpetrado por un miembro de la Policía, Tudose exigió la dimisión de la ministra del Interior, Carmen Dan, que es considerada una protegida de Liviu Dragnea. Resignado, el líder del partido ha reconocido:
Parece que no tengo muy buena mano, y no solo con respecto a las propuestas de primer ministro. No voy a hacer ninguna propuesta, les he dicho que votaré la propuesta que surja en el debate. Les he dicho que estaremos en el Comité Ejecutivo Nacional hasta que salga el humo blanco.
Desde la oposición, el Partido Nacional Liberal (PNL), partido más importante de la derecha parlamentaria, afirma que la nueva crisis demuestra la incapacidad de los socialdemócratas para gobernar y solicita elecciones anticipadas. El presidente Iohannis llamará de nuevo a los partidos parlamentarios para designar un nuevo primer ministro, a pesar de que no está obligado a nombrar a un candidato de un determinado partido. El año pasado, poco después de la caída de Grindeanu, el jefe del Estado advirtió que si el gabinete de Tudose no resistía, se pensaría seriamente si podría confiar al PSD la formación de un nuevo Gobierno.