Disputas políticas en el Gobierno
El Gobierno rumano podría ser objeto de una reestructuración, o no, dado que existe una división de opiniones al respecto en el seno del PSD, partido principal de la coalición gobernante.
Corina Cristea, 12.01.2018, 13:40
La idea de la reestructuración del Gobierno, intensamente extendida desde finales de 2017, sigue agitando y dividiendo las aguas en el seno del PSD, partido principal de la coalición gobernante. El primer ministro Mihai Tudose aboga por un Gobierno más reducido, lo más cercano posible al ciudadano, ya que en su opinión, la fórmula actual con 28 ministerios es demasiado amplia, además de los grandes gastos que conlleva. Tudose también afirma que con el tiempo se han creado muchas estructuras dentro de los propios ministerios, y que deberían fusionarse para que haya menos burocracia.
La insatisfacción del primer ministro no tiene nada que ver con el trabajo de los ministros, excepto en el caso del Ministerio del Interior. El primer ministro ha declarado que le gustaría haber contado con otra persona para dirigir el Ministerio del Interior en lugar de Carmen Dan, a quien acusa de haberle mentido. Por el contrario, la ministra del Interior afirma que eso no es cierto. En lo relativo a su renuncia, Carmen Dan ha indicado que los ministros son nominados y validados por los órganos de gobierno de los partidos de la coalición, y es allí donde debe aprobarse su renuncia. Los desacuerdos entre el primer ministro y la ministra del Interior, respaldada para dicho puesto por el líder socialdemócrata Liviu Dragnea, acentúan aún más las tensiones en el PSD. Algunos niegan la existencia de estas tensiones dentro del partido, aunque la falta de apoyo de Liviu Dragnea a la idea de reestructuración propuesta por el primer ministro, pone en evidencia su existencia. Recientemente, al finalizar el Comité Ejecutivo Nacional del PSD, le preguntaron a Liviu Dragnea sobre la reestructuración del Gobierno, a lo que respondió:
«Estoy de acuerdo con lo que dije. Hemos estado debatiendo durante unos meses y hemos decidido que en enero, tras finalizar el 2017, analizaremos el flujo de decisiones en los ministerios, cómo hacer que la actuación del Gobierno sea mejor que en 2017. Puede que sea una reestructuración, una reorganización, o quizás simplemente una mejora del flujo de los ministerios».
La reestructuración se debatió durante la reunión y deberán tomar una decisión a finales de este mes en un nuevo Comité Ejecutivo. Analizando las declaraciones de los socialdemócratas, se puede llegar a la conclusión de que existen dos corrientes de opinión sobre la reestructuración del gabinete de Tudose: una que defiende la necesidad de la reestructuración de la administración pública y otra que afirma que la fórmula actual del Gobierno funciona correctamente y no debe cambiarse.