El futuro del Gobierno a debate en el PSD
La prensa rumana está bastante decepcionada: el PSD, partido principal de la coalición del Gobierno, aún no ha empezado a saldar sus cuentas.
Bogdan Matei, 09.01.2018, 12:58
Lejos de ser el detonante de un nuevo escándalo del partido, la reunión del lunes del Comité Ejecutivo Nacional del PSD finalizó únicamente con el anuncio de que el senador Ioan Deneş se hará cargo del Ministerio de Aguas y Bosques, anteriormente dirigido por Doina Pană, que dimitió la semana pasada por razones de salud. Por lo demás, no han figurado en la agenda ninguno de los temas potencialmente explosivos anunciados por las fuentes del partido, como la reorganización del Gobierno, la organización de un congreso extraordinario del partido o el nombramiento de un candidato para las elecciones presidenciales del próximo año. La posible reestructuración, propuesta por el primer ministro Mihai Tudose, se discutirá a fin de mes, cuando el Comité Ejecutivo se reúna nuevamente en Iaşi (noreste).
En la actualidad, el Gabinete formado por los socialdemócratas y por sus socios de la ALDE comprende, además del primer ministro Tudose, a 27 ministros, tres de los cuales son viceprimeros ministros y dos delegados. Un equipo innecesariamente amplio, según objetó la oposición. Y después de medio año de mandato, el primer ministro parece haber llegado a la misma conclusión. Para una mayor eficiencia y rapidez en la administración del país, afirma que le gustaría crear un Ejecutivo más reducido, con 16 carteras. Así, según indican los medios, el Ministerio de Aguas se fusionaría con el de Medioambiente, el de Rumanos en el Extranjero se incluiría en el de Asuntos Exteriores y los ministerios con poderes económicos se fusionarían. En la élite del partido las opiniones están divididas. La eurodiputada Viorica Dăncilă rechaza la idea de la reestructuración, mientras que el presidente principal del consejo de Vrancea (sureste), Marian Oprisan, considera que esta es una medida esencial para la implementación del programa de gobierno. Aunque el lunes no ocurrió nada, el primer ministro dijo que no ha abandonado el proyecto de reestructuración y alimentó las especulaciones de que este sería una excelente excusa para sacar a Liviu Dragnea, líder del PSD, de su equipo.
Los rumores relativos a la progresiva frialdad entre el líder del Gobierno y del partido alimentan los comentarios del público. El lugar elegido para la próxima reunión de la dirección del PSD ha sido Iasi, la ciudad más grande de Moldavia y cuyo alcalde socialdemócrata, Mihai Chirica, se ha convertido desde hace casi un año en un crítico incansable de la omnipotencia de Liviu Dragnea en el partido y de los repetidos intentos del PSD para modificar la legislación con el fin de tomar medidas por los casos penales de corrupción.
Los tres partidos de la oposición de derecha anunciaron el lunes que han preparado un análisis de la actuación del Ejecutivo y sus conclusiones se presentarán la próxima semana en un informe denominado «el libro negro del Gobierno del PSD». Según los analistas, la iniciativa de los liberales es muy oportuna, sin embargo, advierten de que el principal peligro político para los gobiernos socialdemócratas mayoritarios sigue siendo el juego entre bastidores de su propio partido.