Prioridades de la nueva sesión parlamentaria
Desde este lunes, las dos Cámaras del legislativo están en sesión ordinaria. Entre las prioridades figuran la ley de las pensiones y la ultimación de las leyes de la justicia impugnadas ante el Tribunal Constitucional. Sigue un comentario al respecto firm
Ştefan Stoica, 03.09.2018, 15:48
Desde este lunes, las dos Cámaras del legislativo están en sesión ordinaria. Entre las prioridades figuran la ley de las pensiones y la ultimación de las leyes de la justicia impugnadas ante el Tribunal Constitucional. Sigue un comentario al respecto firmado por Stefan Stoica
En la agenda de la nueva sesión ordinaria del Parlamento rumano figuran la ultimación de unas leyes que fueron impugnadas ante el Tribunal Constitucional, así como varios proyectos legislativos nuevos. La mayoría parlamentaria formada por el PSD y la Alianza de Liberales y Demócratas persigue adoptar una nueva ley de las pensiones, modificar la ley de seguridad nacional y la ley de adopción. Al mismo tiempo, la coalición en el poder desea ultimar las leyes de justicia, impugnadas por la oposición y por el presidente del país ante el Tribunal Constitucional, el código penal y el código de procedimiento penal y definir la ley de offshore que reglamenta la explotación del gas natural del mar Negro sobre la que el jefe del estado ha solicitado un nuevo debate.
No en último lugar, los partidos en el poder desean que el Servicio Rumano de Inteligencia explique ante el legislativo la índole de los protocolos de colaboración concluidos anteriormente, entre el principal Servicio de Inteligencia y la Fiscalía general y otras instituciones de este sector.
El Servicio Rumano de Inteligencia y la Fiscalía General ya han precisado que los protocolos de colaboración eran legales y enfocaban principalmente cuestiones con carácter técnico. Estos protocolos fueron denunciados cuando las partes llegaron a la conclusión de que el acto de justicia se podía cumplir también en su ausencia
Por otra parte, la oposición de derecha integrada por el PNL, la Unión Salvad Rumanía y el Partido Movimiento Popular, defiende, entre otras cosas, la elección de alcaldes en dos vueltas electorales, la eliminación de las pensiones especiales y la reforma en el sistema de sanidad. La oposición desea también que el Ejecutivo ofrezca explicaciones en relación con las violencias producidas durante la protesta anti gobierno del pasado 10 de agosto, organizada en Bucarest por la diáspora, así como en relación con la manera en que el gobierno gestionó la crisis generada por el esparcimiento de la peste porcina. Conviene recordar que la oposición ha acusado la intervención por la fuerza y desproporcionada de los gendarmes en señal de respuesta a las incitaciones de unos individuos que nada tenían que ver con la protesta pacífica. El PNL ha anunciado que en la actual sesión tratará nuevamente de derrumbar al gabinete integrado por el PSD y la ALDE a través de una moción de censura.
La sesión parlamentaria de otoño no ha empezado bajo los mejores auspicios desde la perspectiva del diálogo político entre el poder y la oposición, que normalmente debería regir los debates en torno a los futuros proyectos de ley. Tampoco hay paz en el interior de los partidos.
Durante la última reunión al vértice del PSD ha salido a la luz la grieta existente entre el líder autoritario de los socialdemócratas, Liviu Dragnea, y la alcaldesa de la capital, Gabriela Firea, cuya cuota de confianza supera a la de Liviu Dragnea. Desde esta postura, Gabriela Firea ha criticado de manera abierta la prestación de la titular del Interior, Carmen Dan, una fiel colaboradora de Dragnea, con motivo del mitin del pasado 10 de agosto.
Teóricamente, las tensiones del seno del PSD deberían favorecer la oposición de derecha pero ésta parece incapaz de aprovecharlas. El líder del PNL, Ludovic Orban, ha sido a su vez impugnado en el partido, ya que no todos le consideran capaz de estar al frente de la lucha contra el PSD. Una lucha en la que parece que cada miembro de la oposición actúa por su propia cuenta lo que le ofrece a al PSD el tiempo necesario para ajustar sus cuentas intestinas.