Debates sobre el sistema fiscal
El nuevo Gobierno acaba de renunciar a dos importantes y controvertidas medidas fiscales que había anunciado anteriormente.
Florentin Căpitănescu, 26.07.2017, 14:49
Hace un mes, con la llegada del nuevo Ejecutivo de izquierda, encabezado por Mihai Tudose, el principal partido de la coalición en el poder, el Partido Social Demócrata, hizo cambios fundamentales en el programa de gobierno. Los más importantes de éstos se referían al sistema fiscal y perseguían introducir el impuesto sobre la cifra de negocios en el lugar del impuesto sobre el beneficio, y de la llamada tasa de solidaridad, que se aplicaría a las personas físicas con ingresos grandes. El gabinete de Tudose renunció rápidamente al impuesto sobre la cifra de negocios, del que numerosos expertos financieros dijeron que causaría una oleada de quiebras y liquidaría cientos de miles de puestos de trabajo. Lo mismo ha pasado con la tasa de solidaridad. En opinión del jefe del Gobierno, la introducción de esta tasa no se justifica porque el impacto presupuestario sería de reducida importancia. Mihai Tudose:
“Creo que era más el ruido que las nueces y por el momento no tenemos previstas otras medidas con referencia a las tasas y los impuestos destinados a la población”.
Mihai Tudose ha añanido que el Gobierno renuncia también a cargarle al empleado los aportes de salud y pensión, otra medida que figuraba en el nuevo programa de gobierno. Las simulaciones han evidenciado que dicha medida no habría tenido los resultados esperados por el Ejecutivo. En oposición, los liberales han declarado que esta incertidumbre fiscal demuestra que el Gobierno no cuenta con ningún proyecto fundamental de desarrollo del país. Raluca Turcan, primera vicepresidenta del Partido Nacional Liberal:
“Normalmente, cuando se establece el sistema de tasas e impuestos, se debe tener en cuenta una estrategia de desarrollo a largo plazo de Rumanía. Las personas que invierten en Rumanía, la gente que trabaja de manera honesta y desea construirse un porvenir en Rumanía, esperan por parte de los gobernantes predictibilidad y un ámbito de confianza”.
Por otra parte, el Ministerio de Finanzas ha anunciado que la ejecución del presupuesto general consolidado concluyó en el primer semestre del año, con un déficit de 6300 millones de lei, esto es un 0,77% del PIB, en comparación con el déficit de 3900 millones de lei, a saber un 0,51% del PIB, que se registraba en el mismo período del año pasado.
Aunque los ingresos del presupuesto general consolidado han aumentado en un 8,2%, el déficit es mayor porque los gastos han subido en un 10%. Con respecto a los ingresos, se han registrado aumentos de los cobros obtenidos de los aportes de la seguridad social, del impuesto sobre los salarios y los ingresos y de los ingresos de capital. Con respecto a los gastos cabe subrayar que éstos han subido, especialmente los relacionados con el personal, la asistencia social, los bienes y los servicios, ha precisado el Ministerio de Finanzas.