La situación de las prisiones de Rumanía
Las autoridades rumanas están buscando soluciones para eliminar la extrema aglomeración en las prisiones.
Roxana Vasile, 23.02.2017, 14:32
La justicia social, la lucha contra la pobreza y el aumento del nivel de vida de los rumanos se pueden llevar a cabo a través de una fuerte lucha contra la corrupción, y los culpables deben ser castigados incluso con penas de cárcel. Igual que en todas partes, en las prisiones del país no se encuentran solo políticos o empresarios corruptos, sino también meros ciudadanos que no han entendido que la ley está por encima de todo y han cometido delitos graves sancionados con penas de cárcel. Pero, su encarcelamiento, cuyo objetivo es la recuperación de las personas condenadas seguida por su reintegración social, no se debe confundir con su exterminación. En las prisiones de Rumanía, hay muchos espacios insalubres, donde los presos se ven obligados a hacer la limpieza. En algunas cárceles, solo se da agua caliente cada dos días. No hay farmacias y como la ley no permite la adquisición de productos en grandes cantidades, los pacientes tienen que esperar durante días para recibir los medicamentos necesarios. La superficie legal asignada a cada preso no cumple los requisitos europeos. El nivel de ocupación ha alcanzado casi un 145%, y para solucionar esta situación, sería necesario crear unas 8.500 plazas nuevas.
En el balance de la Administración Nacional Penitenciaria, el jefe de esta institución, Marius Vulpe, ha explicado que en los próximos meses solo hay dinero para acondicionar un 10% del número de plazas que se requiere en algunas prisiones del país. Marius Vulpe:
“Hay dos cárceles principales que tienen fondos asignados según los estudios de viabilidad : Caracal y Berceni. Luego, hay otras 3 prisiones Deva, Codlea y Giurgiu, donde queremos crear plazas de detención y modernizar la cárcel de Deva. Además, contamos con 4 espacios donde vamos a abrir nuevas cárceles, con fondos procedentes de Noruega, pero no este año. Ahora solo podemos iniciar las obras de modernización en Vaslui, Baia Mare, Târgu Mureş y Codlea.”
Además de mejorar las condiciones de detención, un papel importante es el desempeñado por la recuperación de las personas condenadas. El índice de reincidencia ronda el 38%. En las cárceles hay programas de reintegración, pero estos también se deben aplicar en la sociedad. Si el preso, cuando sale de la cárcel no recibe apoyo por parte de la comunidad para encontrar trabajo, todos los esfuerzos emprendidos durante el periodo de detención se esfumarán después de salir por la puerta. Cabe destacar que recientemente, el Gobierno rumano ha enviado al Parlamento un proyecto de ley sobre la amnistía, considerada una solución para la aglomeración en las prisiones. Al mismo tiempo, el primer ministro Sorin Grindeanu ha anunciado que el Ejecutivo solicitará fondos a la CE para mejorar las condiciones en las cárceles. Mientras no se solucione esta situación, el Tribunal Europeo de Derechos Humanos de Estrasburgo seguirá aplicando sanciones contra Rumanía por las malas condiciones en las prisiones. El año pasado las multas alcanzaron los 1,6 millones de euros.
(trad. S. Sarbescu)