Nueva ola de protestas en Rumanía
Desde el pasado 31 de enero, muchos rumanos toman las calles para protestar contra la decisión del Gobierno de modificar a través de una ordenanza de urgencia la legislación penal, despenalizando algunos delitos cometidos por los políticos.
Corina Cristea, 13.02.2017, 13:35
En Bucarest y en otras ciudades de Rumanía han continuado las amplias protestas iniciadas el pasado 31 de enero contra la decisión del Gobierno PSD–ALDE de modificar algunas leyes importantes que regulan delitos de corrupción. Un mes después de su investidura, el Gabinete de Sorin Grindeanu ha generado una fuerte reacción cívica tras haber aprobado un decreto por procedimiento de urgencia para despenalizar, en ciertas condiciones, algunos delitos penales, entre ellos el abuso de poder. La medida se ha visto ampliamente criticada, tanto en el país como en el extranjero, lo que ha hecho que muchos rumanos organizaran manifestaciones de protesta, como sucedió la semana pasada cuando más de medio millón de personas salieron a la calle. Con el fin de defender la cohesión social, según ha dicho el primer ministro, el Gobierno derogó la ordenanza. Pero ni esta decisión, ni tampoco la dimisión del ministro de Justicia, Florin Iordache, han logrado calmar la situación, y ahora los manifestantes piden la dimisión del Gobierno de Grindeanu, por falta de credibilidad. La noche del pasado domingo, en la plaza situada delante de la sede del Ejecutivo, los casi 50.000 manifestantes utilizaron la luz del móvil para crear una inmensa bandera tricolor formada por papelitos de color rojo, amarillo y azul. Rodeados por mensajes luminosos antigubernamentales, los manifestantes pidieron la dimisión del Ejecutivo, llevando pancartas con mensajes como «¡Resisto!» y «¡Queremos trabajar, no vigilaros!». Decenas de miles de personas salieron a la calle en otras grandes ciudades de Rumanía como Cluj, Sibiu, Timişoara, Braşov, Constanza e Iaşi, así como en ciudades más pequeñas como Galaţi y Oradea.
También han tenido lugar manifestaciones de protesta contra el Gobierno de Grindeanu en algunas ciudades europeas. En Italia, los rumanos salieron a la calle en Roma, Milán y Turín, y en España delante de la sede de la Embajada de Rumanía en Madrid, donde llevaron banderas y gritaron contra la corrupción y el PSD. Bajo el lema ”¡Queremos un Gobierno limpio!”, en La Haya se ha organizado una nueva marcha de protesta, la sexta en las últimas 2 semanas, delante de la Embajada de Rumanía. Una delegación de los manifestantes presentó una petición a la embajadora rumana en Holanda, en la que pedían un Gobierno honesto, transparente y responsable. Por otro lado, en Bucarest han continuado, por sexto día consecutivo, las manifestaciones de protesta delante de la sede de la presidencia, donde miles de partidarios del Gobierno han reprochado al presidente Klaus Iohannis el incumplimiento de su papel de mediador y su actitud, que ha generado una fractura social. La semana pasada, el jefe del Estado, que ya se había reunido con los manifestantes, estuvo presente en el Parlamento, para pedir al Ejecutivo que trabaje de manera transparente, previsible y responsable, y al Legislativo, dominado por el PSD, que apruebe leyes para los ciudadanos y no para un grupo de políticos con problemas penales.
(trad. S. Sarbescu)