Dimisión del ministro de Justicia
Florin Iordache, iniciador de la controvertida ordenanza que cambiaba la legislación penal, ha presentado su dimisión de la dirección del Ministerio de Justicia. Para los manifestantes y la oposición parlamentaria, el gesto es insuficiente.
Ştefan Stoica, 10.02.2017, 14:12
A partir del 31 de enero, el día en que se aprobó de manera intempestiva, a última hora de la tarde, la célebre ordenanza 13 que incluía unas modificaciones discutibles de los Códigos Penal y de Procedimiento Penal, su iniciador, el ministro de Justicia de entonces, Florin Iordache, se convirtió en el objetivo favorito de las críticas y las duras ironías de los los que se manifestaban en contra del Gobierno, junto con su jefe del partido, el líder del PSD Liviu Dragnea, considerado el principal beneficiario de la despenalización parcial aplicada mediante la criticada ordenanza. Ésta cayó el pasado domingo, cuando medio millón de personas salieron a la calle en Bucarest y en el resto del país, unidos contra el contenido dudoso de la ordenanza y la manera en la que había sido adoptada. Florin Iordache resitió cuatro días más a su propia obra, confirmando lo que anticipaba el presidente Klaus Iohannis, es decir que iba a ser una dimisión o una destitución penosa. Ésta tuvo lugar el jueves, y según Florin Iordache, no tiene nada que reprocharse:
“Todas las iniciativas asumidas son legales y constitucionales. Los proyectos propuestos o que están en debate público organizados por el Ministerio de Justicia están ahora en debate parlamentario. A pesar de ello, para la opinión pública no fue suficiente, y por lo tanto he decidido presentar mi dimisión del cargo de ministro de Justicia.”
Florin Iordache tiene razón solo parcialmente. Sus iniciativas son legales. Es lo que ha decidido el Tribunal Constitucional cuando rechazó los avisos formulados por el Consejo Superior de la Magistratura y el presidente del país sobre los posibles conflictos institucionales creados en el proceso de adopción de la ordenanza. Sin embargo, el Tribunal no ha establecido de momento si ellos concuerdan también con la ley fundamental. Se rechazó un aviso presentado por el Defensor del Pueblo, pero solo porque la ordenanza ya no existe, ha sido derogada. Su contenido no se ha analizado, aunque algunos analistas consideran que habría sido necesario. La clase política ha tenido varias reacciones ante la dimisión de Florin Iordache. Para los principales partidos de la oposición parlamentaria, el PNL y la USR, el gesto no ofrece ninguna garantía ante otros posibles abusos del Gobierno o de la mayoría formada por el PSD y la ALDE. Al manifestar su acuerdo con la calle, las dos formaciones consideran insuficiente sacrificar al que llaman ejecutante de Dragnea y opinian que también serían necesarias las dimisiones de este y del primer ministro Sorin Grindeanu, para mostrar que han asumido el error de manera solidaria. En cambio, el líder de los senadores del PSD, Şerban Nicolae, ha afirmado que no está de acuerdo con la dimisión de Florin Iordache del Ministerio de Justicia. Sin embargo, en el PSD ha habido personas que han lamentado el perjuicio causado a la imagen por la ordenanza de Iordache, en un momento en que el partido ni siquiera había podido gozar de la victoria categórica en las elecciones del 11 de diciembre.