Los liberales, tras las elecciones parlamentarias
Después del resultado de las elecciones parlamentarias del pasado domingo, los liberales tienen un situación muy delicada.
Florentin Căpitănescu, 14.12.2016, 14:54
Durante los últimos dos años, después de que su candidato, Klaus Iohannis, ganara las elecciones presidenciales de 2014, los liberales rumanos han conseguido malgastar gran parte de su dote electoral y de su capital de confianza. El Partido Nacional Liberal (PNL) es una formación política que cuenta con una historia de más de 140 años y ahora está pasando por uno de sus peores momentos. Su semifracaso de las elecciones locales del pasado verano no fue un episodio aislado ya que la caída electoral de aquel entonces se ha visto confirmada por los resultados de los comicios legislativos del pasado domingo. Su principal contrincante de izquierda, el Partido Social Demócrata, venció por amplio margen obteniendo un 45,5 por ciento de los votos, mientras el Partido Nacional Liberal logró el 20 por ciento de los sufragios.
Este resultado, sorprendentemente malo incluso para los más pesimistas de los liberales, ha alborotado las aguas en la cúspide del partido. Alina Gorghiu, quien se había quedado sola a la cabeza de la formación después de la retirada de su colíder, Vasile Blaga por ser acusado de actos de corrupción, ha presentado su renuncia. Una decisión normal, dadas las circunstancias, aunque muy poco frecuente en la política rumana. Los analistas comentan con mucho sarcasmo que esta ha sido la única decisión inspirada tomada por Gorghiu a lo largo de todo su mandato.
El pasado martes, en una reunión de urgencia, Raluca Turcan, líder de la región de Sibiu ha sido elegida por unanimidad presidenta interina del partido, porque su filial ha conseguido el mayor número de votos de todo el país. Ella ha destacado que tiene un mandato de tres meses, durante el cual organizará la Convención Nacional en que serán elegidos los nuevos dirigentes del partido. Raluca Turcan:
«Organizaremos elecciones desde abajo hacia arriba, para que ganen los mejores. Yo creo que el Partido Nacional Liberal tiene muchos miembros con autoridad, con experiencia, que deben acceder a los cargos de decisión.»
Turcan no ha considerado presentar su candidatura y afirma que su prioridad es apoyar la reconstrucción del partido:
«No sueño con ocupar cargos. Lo único que quiero es apoyar la reconstrucción del Partido Nacional Liberal porque hay mucha gente que espera que nuestro partido represente la derecha rumana.»
Hasta ahora sólo Cătălin Predoiu, exministro de Justicia, ha confirmado su candidatura a la jefatura de esta formación. Predoiu se ha quedado a la sombra estos últimos meses después de haber sufrido un fracaso estrepitoso en las elecciones locales de la capital. Ahora los analistas consideran que él sí podría ser una solución, pero no una solución salvadora. De todas formas, se anuncian tiempos interesantes para el Partido Nacional Liberal ya que ahora se ve obligado a esforzarse mucho para recuperar su posición de antaño. Tal como decía uno de sus miembros más optimistas: peor que esto, imposible.