El balance de un año del Gobierno de Cioloş
El Ejecutivo rumano, encabezado por Dacian Cioloş, ha presentado su balance anual.
Roxana Vasile, 18.11.2016, 14:30
Hace un año, decenas de miles de rumanos salían a la calle para expresar su protesta contra la corrupción y la indiferencia de las autoridades que habían causado una de las peores tragedias en Bucarest en las últimas décadas: el incendio de la discoteca Colectiv, saldado con 64 muertos. En ese momento el primer ministro Victor Ponta presentó su dimisión y tras varias consultas con los representantes de los partidos parlamentarios y de la sociedad civil, el presidente Klaus Iohannis designó a Dacian Cioloş para que formara un Gobierno no afiliado políticamente. La investidura tuvo lugar el 17 de noviembre de 2015. Como este jueves el Gobierno tecnócrata ha cumplido un año de actividad, el Ejecutivo ha presentado un balance destinado a informar a la opinión pública sobre los logros, así como sobre los proyectos no finalizados. La sociedad tenía grandes expectativas con este Gobierno, así que las medidas adoptadas pretendían recuperar la confianza en un gobierno honesto, transparente y eficiente. Así, el principal objetivo del actual Gobierno ha sido garantizar la estabilidad política, económica y social en un año electoral, marcado por las elecciones locales y, el próximo diciembre, por las elecciones parlamentarias. Según ha anunciado el Gobierno, ha logrado promover la transparencia y reducir la burocracia. Sus prioridades han sido la Sanidad y la Educación, a través de reformas y asignaciones presupuestarias. Además, ha reanudado los proyectos de infraestructura. Entre las cosas pendientes, figura la ley de los salarios unitarios, que debería ser finalizada antes del final de este mandato. En una entrevista para la cadena pública de televisión, el primer ministro Cioloş ha explicado que el Ejecutivo nunca ha logrado promover una ley que corrija las desigualdades en el sistema presupuestario, ya que primero tenía que hacer una base de datos con todos los salarios de los empleados públicos para conocer la situación real de este sector. Dacian Cioloş:
“A medida que avanzamos con la base de datos con todos los salarios existentes ahora, podemos presentar ante las mesas del Gobierno y del Parlamento una ley de salarios unitarios que sea realista.”
En cambio, el Gobierno rumano lamenta el hecho de no haber aplicado la reforma de la administración pública, ya que no ha tenido ningún apoyo político. Dacian Cioloş:
“Necesitamos aclarar la relación entre la administración pública y el ámbito político, porque necesitamos predictibilidad en este proceso de decisión, de claridad y de eliminación de lo arbitrario y de las decisiones que se toman sin pensar y que afectan a la eficiencia de la administración.”
La reestructuración del aparato administrativo sobre criterios de profesionalidad y competencia representa un desafío para el futuro gobierno, independientemente de su orientación después de las elecciones del próximo mes, ha dicho la jefa de la Misión de la Comisión Europea en Rumanía, Angela Cristea:
“Cualquier país necesita unos 10 años para que el ciudadano sienta que se han reformado el sector público y la administración pública.”
Según Angela Cristea, una solución sería un gobierno abierto, para que el ciudadano sea no solo el beneficiario de políticas públicas, sino también un participante activo en el acto político.
(versión española S.Sarbescu)