Líder de partido, acusado por corrupción
Tres meses antes de las elecciones parlamentarias que se celebrarán el próximo 11 de diciembre, el Partido Nacional Liberal, la segunda formación política de Rumanía, está atravesando un momento difícil que podría afectar a su imagen.
Bogdan Matei, 29.09.2016, 15:04
El vicepresidente liberal Vasile Blaga anunció el miércoles que dimite de su cargo, que dejará de coordinar la campaña electoral de su partido y que tampoco se presentará como candidato en las elecciones del próximo 11 de diciembre. Anteriormente, la Fiscalía Anticorrupción había anunciado que Blaga está siendo investigado por un presunto caso de corrupción. Según los fiscales, entre 2009 y 2012, período en el cual Vasile Blaga era ministro de Interior y luego presidente del Senado de Bucarest, éste habría intervenido para que varios concursos públicos se obtuvieran de manera preferencial. A cambio habría recibido un 10 % de la cuantía de cada contrato ganado de este modo (unos setecientos mil euros) por el exalcalde de la ciudad de Piatra-Neamţ (nord-este), Gheorghe Ştefan, imputado en varias causas, y de un empresario. El comunicado de los fiscales anticorrupción señala que Blaga habría recibido el dinero para su propio provecho, pero también para el partido del que era secretario general y que, en aquel entonces, estaba en el poder. Sin embargo, este partido no es el Partido Nacional Liberal sino el antiguo Partido Demócrata Liberal, la formación política que lideró el expresidente del país Traian Băsescu y que permaneció centrado en su persona. Posteriormente, el Partido Demócrata Liberal se dividió y la gran mayoría de sus miembros, encabezados por Blaga, optaron por fusionarse con los nacionalistas liberales, mientras que los adeptos de Băsescu le siguieron creando un nuevo partido, el Partido del Movimiento Popular.
En un comunicado emitido tras la dimisión de su vicepresidente, los liberales señalan que la decisión de Vasile Blaga de renunciar demuestra que él ha sido capaz de sobreponer los principios de integridad asumidos por el partido a su carrera política. A finales de esta semana, los liberales tienen programada una reunión de la Oficina Nacional de Política. Los analistas anuncian una reunión tensa porque el Partido Nacional Liberal no es un partido homogéneo, ya que la fusión con los liberaldemócratas ha sido sólo formal. Los antiguos nacionalistas liberales reprochan a sus nuevos colegas que han traído con ellos un pasado de corrupción que habían acumulado mientras eran miembros del Partido Demócrata Liberal. Por su parte, los antiguos miembros del Partido Demócrata Liberal afirman que tienen derecho a elegir un nuevo vicepresidente. Mientras tanto, los socialdemócratas no esconden su satisfacción ante la dfícil situación que están antravesando los liberales. Varios analistas consideran que una parte del electorado tradicional liberal migrará hacia las nuevas formaciones políticas, como la ex-ONG, transformada en partido, la Unión Salvar Bucarest, que en las elecciones municipales del pasado verano se impuso ante el Partido Nacional Liberal con un duro discurso anticorrupción.