Las manifestaciones conmemorativas del 22 de diciembre
Al cabo de los 26 años transcurridos desde la rebelión que puso fin al régimen comunista, los rumanos siguen conmemorando a sus héroes
Florentin Căpitănescu, 22.12.2015, 15:07
La separación violenta del régimen comunista y su carácter nefasto vuelven a centrar la atención de la opinión pública cada fin de año. Anticipados por la caída del Muro de Berlín y la disolución de los regímenes totalitarios de Europa Central y Oriental, la destitución de Nicolae y Elena Ceausescu y el divorcio definitivo de Rumanía del comunismo no fueron nada fáciles. Desafortunadamente, Rumanía ha sido el único país del así-llamado campo comunista donde cuyos manifestantes perdieron sus vidas y los líderes principales fueron ejecutados. Todo empezó el 16 de diciembre de 1989, en Timisoara, la gran ciudad cosmopólita del oeste del país para que el 22 de diciembre las protestas anticomunistas se extendieran por todo el país.
Precisamente por eso, cada 22 de diciembre, en el Parlamento de Rumanía – entidad fundamental en la arquitectura institucional de la Rumanía democrática – tiene lugar una reunión solemne en memoria de las más de 1.100 víctimas de la represión del régimen comunista. En los discursos pronunciados, los senadores y diputados han constatado que los ideales expresados entonces no se han realizado.
El diputado socialdemócrata Bogdan Niculescu Duvaz:
“En aquel entonces nos alegramos muchísimo. Todos creímos en nuestro futuro y creo que no nos equivocamos mucho aunque hoy en día mucha gente está descontenta”.
Sin embargo, la mayoría de los discursos se han referido a la reciente decisión de cerrar el Expediente de la Revolución, cuya apertura había sido considerada un intento normal de establecer las culpas y al verdadero histórico y una oportunidad de reconciliación con el pasado. “Hay preguntas cuyas respuestas no se conocen”, ha declarado desde la tribuna del Parlamento, Alina Gorghiu, colíder de los liberales:
“Los crímenes contra el pueblo rumano no se pueden olvidar y el Estado rumano tiene la obligación de buscar la verdad. Por eso creo que el Expediente de la Revolución no se puede cerrar”.
En opinión del representante del Grupo de las minorías nacionales, Gheorghe Firczack:
“Cerrar el Expediente de la Revolución representa una actitud profundamente antidemocrática e incompatible con la posición actual de nuestro país en el contexto internacional”.
Los héroes de la Revolución son conmemorados estos días en varias ciudades del país. En Bucarest han tenido lugar varias ceremonias religiosas y han sido depositadas coronas de flores en la Plaza de la Universidad — símbolo de la lucha contra el comunismo — y en el Cementerio de los Héroes de la Revolución. Manifestaciones similares han sido organizadas en las sedes de la Radio y Televisión públicas, instituciones que desempeñaron un papel muy importante en diciembre de 1989.