Escándalo de corrupción en Chisinau
El ex primer ministro de la República de Moldavia, Vlad Filat, ha generado un escándalo de corrupción que, según los analistas, podría desestabilizar la frágil coalición proeuropea en el poder.
România Internațional, 19.10.2015, 15:44
El ex primer
ministro de la República de Moldavia, (exsoviética con mayoría de
rumanohablantes), Vlad Filat, sospechoso de actos de corrupción, está en
detención preventiva durante 30 días, según la decisión tomada por el Tribunal
de Chişinău. Ha sido arrestado por
supuestos delitos de tráfico de influencias, fraude bancario y cohecho.
Según ha declarado uno de los abogados de Filat, recurrirán la decisión al
Tribunal de Apelaciones y, si se mantiene la detención preventiva, irán al
Tribunal Europeo de los Derechos Humanos (CEDO). El ex primer
ministro moldavo también ha presentado una querella penal contra el denunciante,
Ilan Shor, por falsedad en declaraciones. El empresario y
actual alcalde de Ohei, Ilan Shor, escribió el pasado 12 de octubre una
denuncia en la que afirmaba que le había dado al ex primer ministro un soborno
de 250.000.000 de dólares.
Vlad Filat ha sido arrestado este jueves tras el
mandato emitido por el Centro Nacional Anticorrupción, poco después de haber
decidido el Parlamento de Chişinău levantarle la inmunidad jurídica. El fiscal
general de la República de Moldavia, Corneliu Gurin, pidió levantar la
inmunidad de Filat acusándole de supuesta participación directa en un fraude de
1000 millones de dólares que desaparecieron del sistema bancario. Filat, líder del Partido Liberal Demócrata (PLDM,proeuropeo, en la coalición en el poder), rechaza estas acusaciones y declara que se trata de un caso político, fabricado por sus opositores. Filat ha renunciado al cargo de líder del
PLDM, ahora dirigido por el actual primer ministro, Valeriu Streleţ.Unos 1000 millones
de dólares, el equivalente a un 15% del PIB del país, han desaparecido del
sistema bancario, bajo la forma de créditos otorgados a beneficiarios
desconocidos, lo que ha generado una fuerte reacción entre la sociedad civil.
Desde comienzos del pasado mes de septiembre, esta antigua república soviética
afronta una ola de protestas antigubernamentales organizadas en el centro de
Chişinău por la Plataforma Dignidad y
Verdad, una coalición formada por las ONG proeuropeas.
Decenas de miles de
manifestantes se han congregado para reclamar la dimisión del presidente y de
otras autoridades culpables, según declaran, de corrupción y del empeoramiento
de la situación económica de Moldavia. El jefe del Estado, Nicolae Timofti, ha admitido
que las protestas han sido generadas por la insatisfacción general ante la
actividad de las instituciones y las autoridades públicas, pero ha advertido que las manifestaciones podrían ser
un pretexto para las fuerzas enemigas neosoviéticas, que quieren utilizar esta
situación para impedir la integración europea de la República de Moldavia.
Según han destacado las autoridades de Bucarest, en el actual contexto es
importante que el Gobierno de Chişinău se mantenga estable, también la coalición mayoritaria,
que deberá continuar su
orientación proeuropea.
(traducido por simona sarbescu)