Fotografía sociológica de verano
Un 49% de los encuestados opinan que Rumanía está en una dirección equivocada, y solo un 44% de ellos consideran que está en una buena dirección - según han mostrado los resultados de un sondeo de opinión sobre el estado de ánimo de los rumanos.
Bogdan Matei, 24.08.2015, 16:46
Después de las elecciones
presidenciales del pasado otoño y antes de las elecciones locales y
legislativas que tendrán lugar en 2016, en Rumanía no estamos en un año
electoral. Por ello, los sondeos sobre la confianza en los políticos o las
intenciones de voto para los partidos no son necesariamente elocuentes respecto
al resultado final de la votación. Pero las cifras pueden indicar las
tendencias relevantes sobre el estado de ánimo de los electores.
Por lo tanto, después de casi ocho
meses de mandato, el presidente Klaus Iohannis sigue siendo el político en el
que los rumanos más confían – el 59%. Para él, esta es la buena noticia. La
mala noticia es que, frente al mes de diciembre de 2014, cuando inició su
mandato y el nivel de confianza alcanzaba el 78%, el jefe de Estado ha perdido
el 19%, más de la mitad durante el verano. Para los sociólogos, la reducción de
su popularidad es galopante, y para los analistas políticos refleja la
decepción de los electores. Después de diez años en los que el espíritu
hiperactivo y conflictivo del expresidente Traian
Băsescu cansó y aburrió a muchos, los rumanos desearon tener
un presidente equilibrado, según han destacado los
periódicos, pero no uno que no bajara a las cosas terrenales. Iohannis no ha
mostrado el deseo de liderar el país y está aparentemente contento con las
cómodas entrevistas organizadas previamente por sus colaboradores y con las
visitas mensuales a las capitales europeas – han añadido los periodistas de
Bucarest.
El
segundo lugar en la clasificación de la confianza ha ocupado con el 40% el
alcalde general de la capital, Sorin Oprescu. Exsocialdemócrata, pero elegido
como independiente, el alcalde de Bucarest está llegando al final de su
mandato, y está aprovechando los resultados de una administración que ha
embellecido cada vez más la ciudad. Sin embargo, por lo demás, los analistas se
han negado a opinar sobre su longevidad política, por la multitud de casos de
corrupción que los fiscales han investigado en el Ayuntamiento General. Oprescu
tiene cada vez más colaboradores que han llegado a la prisión. A su vez, el
primer ministro socialdemócrata Victor Ponta tiene colaboradores con problemas
penales – compañeros de Gobierno y de partido, incluso su propio cuñado.
Además, él mismo acusado por la Dirección Nacional Anticorrupción por hechos de
corrupción, solo un 35% de los rumanos confían todavía en el jefe del
Ejecutivo.
Por otro lado, un 47% de los encuestados consideran que la situación
económica ha mejorado durante la gobernación de Ponta, un 31% de ellos opinan
que la economía está en el mismo nivel, y un 20% consideran que la situación ha
empeorado. Si el próximo domingo se organizaran elecciones, un 41% de los
rumanos votaría al principal partido en la oposición, el Partido Nacional
Liberal, y un 37% votaría al Partido Social Demócrata. La Unión Demócrata de
los Húngaros de Rumanía (en la oposición) y el Partido M10, extraparlamentario,
de la eurodiputada Monica Macovei, recibirían un 5% de los votos. Los
colaboradores más pequeños de los socialdemócratas en el Gobierno de coalición,
la Alianza de los Liberales y Demócratas, con el 3%, y la Unión Nacional para
el Progreso de Rumanía, con el 2%, no han superado el umbral electoral del 5%
en el sondeo.
(Traducido por Monica Tarau)